Nace la marca "Plaza Cantarranas" para recuperar y revitalizar este entorno

Lejos quedaron los tiempos de los cachis de cerveza y calimocho con banda sonora de Extremoduro o Platero y Tú. Los bares de la plaza de Cantarranas fueron, hasta no hace mucho tiempo, motivo de disputa y conflicto con los vecinos de la zona, aunque en la actualidad apenas quedan vestigios de esta época. En su lugar, varios emprendedores con una visión común y socialmente comprometida la han convertido en su centro de operaciones, y quieren que se les una más gente para hacer de ella un verdadero centro cultural. Ha nacido la marca "Plaza Cantarranas", con página web propia ya disponible.

Tres son los negocios implicados en el inicio de esta aventura: la agencia de márketing y comunicación Miltrescientosgramos y su recién creado espacio de cowork, Rana; un curioso restaurante, tipo bistro, llamado Matilda, que se autodefine como un "lugar de estar, comer y beber", y finalmente, el Café Beluga, base de operaciones de una asociación cultural denominada Colectivo Rémora.

Sus miembros compartían un bagaje de experiencias comunes y, sobre todo, una misma forma de entender la vida; "afinidades selectivas", como lo define Carlos Chávez, del Beluga. Por eso han decidido unir esfuerzos y auspiciar bajo esta denominación de "Marca Cantarranas" una pequeña revolución que atraiga a otros emprendedores con su misma filosofía.

"A partir de la llegada del Beluga, hace dos años, comenzó a cambiar el ecosistema de la plaza", explica Víctor Alonso, de Rana Cowork. "Luego llegó el Matilda y después nosotros, y nos dimos cuenta de que se estaba revitalizando la plaza; así se nos ocurrió crear la marca y realizar actividades que quiten a Cantarranas el estigma conflictivo que ha tenido tradicionalmente."

Creatividad, innovación y cultura

"Cada uno en nuestra rama nos consideramos innovadores, por lo que la creatividad es importante", explica este miembro del Colectivo Rémora, "y también tenemos un cierto calado social; no solamente nos mueve la filosofía de toma el dinero y corre". Se trata, pues, de revitalizar la plaza con "actividades más amables y respetuosas con el barrio y los vecinos".

Quieren dejar claro, no obstante, que no se trata de un proyecto excluyente. Desde el Matilda, Charo Chávez asegura que "la plaza es de todos, y este proyecto también. No es algo que queramos sacar adelante en contra de los vecinos, sino todo lo contrario".

De hecho, estos jóvenes lanzan el guante a todas las partes implicadas, tanto habitantes de los edificios como propietarios de locales. "Los vecinos no pueden solamente quejarse y denunciar: tienen que ser proactivos y proponer cosas para recuperar su plaza", asevera Carlos Chávez, que también envía un mensaje a los propietarios de los locales. "En algún momento tendrán que empezar a pensar si quieren priorizar negocios de los que han traído problemas a la plaza, u otro tipo de actividades más tranquilos, más saludables y abiertos a la convivencia de todo el mundo."

Problemas con la Ley de Espectáculos

Conflictos de convivencia que en el Beluga conocen muy bien, porque les ha tocado de lleno la reciente polémica con respecto a las actuaciones culturales en los bares de Valladolid. La vigente Ley de Espectáculos de Castilla y León, muy restrictiva, declara ilegal cualquier actividad cultural celebrada en un café o bar. Es algo que condiciona de partida la intención de este colectivo de dinamizar la vida cultural a través de sus negocios, aunque parece ser que existe una tregua negociada al respecto.

"Tras algunas reuniones con el Ayuntamiento llegamos a un acuerdo de mínimos", explica Carlos Chávez. "Si avisamos con tiempo a la Concejalía de Cultura de nuestra programación como asociación cultural, ellos nos dan cierta cobertura para desarrollar estas actividades." Programación que, sin embargo, excluye los conciertos, al menos por el momento. "Estamos intentando que se normalice la situación y que la música entre en el juego, porque no se la puede dejar de lado".

"Give and Gain Week"

Las primeras actividades de cara al exterior por parte de este movimiento tendrán lugar entre el 14 y el 17 de mayo, coincidiendo con la "Give and Gain Week", es decir, la semana de dar y recibir. "Se trata de una iniciativa europea que creó Forética, una organización dedicada a temas de responsabilidad social", explica Víctor Alonso. "Las empresas hacen actividades de voluntariado, y este año se nos ha ocurrido hacerlo un poco más ambicioso bajo esta nueva marca."

De esta forma, las tres empresas que forman por el momento "Plaza Cantarranas" van a realizar actividades gratuitas "para el bien común". Charlas sobre construcción sostenible, talleres para aprender a hacer batidos naturales o incluso un pequeño curso introductorio al jazz, son algunos de los ejemplos de esta iniciativa.

Es el punto de partida de un grupo de personas que creen en la cultura de base, que quieren dar un soplo de aire fresco a Valladolid y que sueñan con crear en su ciudad un espacio de libertad similar a los que han visto en otros lugares de Europa. Tienen claro que hay talento y ganas de hacer cosas, como asegura Charo Chávez. "Hay mucha gente con capacidad creativa quizá no ha encontrado esas sinergias y esas redes donde apoyarse", opina esta joven. Ahora "Plaza Cantarranas" quiere convertirse en catalizador de todo ese talento comprometido.