"Controlaba qué vestía, con quién y dónde estaba"

El 5% de las adolescentes ya han sido víctimas de la violencia machista y un 15% han sido insultadas por sus parejas

María tiene hoy 18 años. Cuando tenía 16, empezó una relación con un compañero del Instituto. A los pocos meses cambió su comportamiento hacia sus padres y hermanos. Y se aisló de sus amigos porque su pareja le exigía cada vez más tiempo. Pronto, el control pasó a ser abusivo y al cabo del día recibía más de cien whatsapp.

María se sentía incómoda, pero también estaba atrapada. Sentía miedo, pero no se atrevía a confesarlo. Tampoco era consciente de estar viviendo una situación de violencia. Un día, quiso volver pronto a casa, pero él la obligó a quedarse.

"María supo en ese momento que algo no iba bien y no sabía cómo salir. Ella tuvo suerte, encontró apoyo y respaldo. No le juzgaron, no le dijeron que ya se lo había dicho, sólo le apoyaron", explica una trabajadora social.

Recibió apoyo y le ayudaron a reconocer lo que es una relación afectiva sana y a sobrevivir. Desgraciadamente, la historia de María no siempre acaba como la de María.