Un ático del buen comer en Denia

VALENCIA

Llegamos hasta el restaurante a través de Quique Dacosta. Le preguntamos al colaborador de la Cadena Ser a quién entrevistaría él si tuviera que elegir un chef valenciano. Y nos señaló directamente a Rafa Soler

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Rafa Soler consigue unir los sabores más tradicionales con la cocina creativa e innovadora, elaborada siempre con productos de máxima calidad. El Ser Viajeros que se emitió en Denia el pasado mes de abril, tuvo la ocasión de conocerlo.

Y nos contó que se marchó durante un año a Lasarte para aprender de la mano de Martín Berasategui, que luego trabajó en Barcelona, en el restaurante Drolma, hasta que llegó a París al restaurante L'Atelier, de Joël Robuchon. Es sin duda este último el que más ha marcado su trayectoria. De hecho, su hijo se llama así por él, igual que el restaurante que dirige ahora en este lugar emblemático de la costa valenciana. Su maestro y amigo define su cocina como " simple, limpia y elegante, y añade que la armonía que logra reproducir en sus platos con productos denominados de tercera no está al alcance de cualquiera, sólo de los elegidos".

Y nos explicó que tiene claro que quiere quedarse en Denia, en la capital gastronómica de la Comunitat Valenciana, en su Joël Aticook, un restaurante ubicado en el showroom Pepe Cabrera, en un ático del vanguardista edificio, situado en la entrada de Denia y en el que se encuentran representadas las firmas más destacadas del mundo del diseño. Con una cocina equipada con los electrodomésticos más avanzados, Rafa nos contó algunos de los platos que cocina "más tradicionales".

Por ejemplo, con gamba roja de Denia, prepara un ceviche, como snack. Y hay un plato para recordar. Un falso tuétano de arroz en fesols y naps. Un guiso tradicional valenciano con el que intenta reproducir el hueso del tuétano con los nabos del guiso. Y luego, el caldo reducido. Un plato diferente, que sorprende con todo el sabor tradicional.

Y contó en el programa que en su restaurante "pretende que la gente se sienta como en casa, con un trato cercano y un enfoque adecuado a los tiempos actuales". El planteamiento es disponer de dos menús y una carta de vinos que se envían por correo electrónico para que sea el propio cliente, previa reserva con tres días de antelación, quien decida el menú que le apetece probar y qué bebida debe acompañarlo.

Aitana, su hija de dos años, también tendrá con su nombre, uno de los próximos proyectos de Rafa Soler. Pero para conocerlo, habrá que esperar todavía...