Herrera asegura que Castilla y León será "solidaria" con las comunidades que lo necesiten para sus ciudadanos, pero no para "caprichos"

El presidente de la Junta y presidente del PP en Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se comprometió este sábado ante Rajoy a "favorecer todos los posibles acuerdos" sobre el reparto del déficit en el Consejo de Política Fiscal y Financiera y aseguró que la Comunidad será solidaria con otras regiones que "lealmente" puedan necesitar más fondos, siempre que no se destinen "a caprichos o para estados imaginarios", sino para mantener servicios básicos para los ciudadanos, "que son tan españoles como nosotros".

Herrera, quien participó en el acto de clausura de la XIX Unión Interparlamentaria del PP que se celebró en Salamanca, ofreció esta mano tendida después de reclamar que el debate sobre el reparto del déficit se produzca en el Consejo de Política Fiscal y Financiera y no a través de declaraciones y de dejar claro que la primera opción de Castilla y León sigue siendo un déficit similar para todas las comunidades para que "no se penalice ni desincentive" a las regiones que han realizado un mayor esfuerzo.

Sin embargo, a continuación el presidente de la Junta dio un paso más en cuanto a las posiciones expresadas en los últimos días y reclamó que lo que denominó "distribución justa del déficit entre las distintas administraciones". En este aspecto reclamó un reparto proporcional del objetivo proporcional al gasto público real de cada una de ellas, es decir, que a los Gobiernos autonómicos les corresponda el 35 por ciento del déficit que se contempla para España, en línea con lo manifestado por otros presidentes autonómicos como el gallego Núñez Feijoo. Asimismo, insistió refiriéndose en primera persona al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoo, allí presente, que en este reparto se atienda a "la naturaleza estructural y poco flexible" del que corresponde gestionar a las autonomías y al esfuerzo "especialmente intenso" que éstas han hecho en 2012, un año en el que protagonizaron el 70 por ciento de toda la reducción del gasto público en España.

Previamente, Herrera reconoció que "tal vez" todos han precipitado un debate público, lleno de gestos y de declaraciones individuales, y "poco favorecedor de acuerdos" pero, según señaló, esta situación ha estado "muy condicionad" por la "actitud irritante" de algún Gobierno autonómico, que ha sido el primero en "exigir" un "margen más ventajoso que el de los demás, pero para emplearlo precisamente en separarse de los demás", en referencia a Cataluña.

Con todo, el también presidente del PP de Castila y León denunció que el "problema de fondo", en materia de financiación, reside en un sistema vigente, "impuesto" ahora hace cinco años, que en su opinión "no satisface a nadie", por ser "fallido, decreciente en solidaridad, insuficiente para asegurar los recursos ordinarios y que condena a un déficit crónico". De ahí, su "necesaria reforma".

Reforma local

El otro gran motivo de discrepancia con los planes de Cristóbal Montoro -la reforma de la Administración local- también tuvo su espacio en el discurso del presidente castellano y leonés que, una vez más, empleó un tono pausado en las formas, pero que en el fondo no rehuyó ninguno de las cuestiones motivo de diferencia entre ambos gobiernos. En este punto, también fue claro: "no me resigno a que más de 2.000 alcaldes de Castilla y León sólo estén para ponerse la banda el día dela patrona porque nosotros sabemos la trascendental labor política y social que desempeñan".

Por ello, reclamó una reforma que "atienda a la realidad" y "valore la importanica del municipalismo" y, en este sentido, indicó que debe reconocer unos plazos y condiciones "realistas" para su adaptación a esa nueva normativa, y para que en paralelo los municipios de la región puedan hacer uso de los nuevos instrumentos de asociación voluntaria que les va a ofrecer la normativa autonómica, para ayudarles a "seguir adelante" con su autonomía y sus competencias, y a cumplir las nuevas exigencias y condiciones de la normativa estatal.

Previamente, también utilizó el guante blanco para recordar que esta reforma local -"de gran impacto", dijo- plantea "objetivos" que todos deben compartir, entre los que citó "clarificar" las competencias de los municipios, evitar duplicidades, racionalizar sus estructuras, aplicarles los principios de estabilidad, sostenibilidad, eficiencia y garantizar el control de su gasto.

Responsabilidad frente a la crisis

Con estas y otras discrepancias rondando el encuentro, el presidente del PP de Castilla y León no podía empezar su discurso de otra forma que no fuera con una apelación a la unidad de la formación y mostrar su "orgullo" por la fortaleza que exhibe el partido. Recordó que el objetivo de la Interparlamentaria es el de "coordinar la actuación de todos", para mantener la "imprescindible cohesión y coherencia" en el mensaje de los populares en toda España. Esto es algo que les "fortalece" como partido y que siempre ha sido tan valorado por los españoles.

El presidente autonómica confesó que para el es "un orgullo" que el PP le siga permitiendo "defender con radicalidad" aquello en lo que cree, así como en los intereses de Castilla y León y a la vez, el participar en un gran proyecto para España, que es el del Partido Popular. Esa coherencia, continuó, "no es siempre fácil", pero la experiencia demuestra que siempre "es posible".

Asimismo, abogó por la responsabilidad frente a la crisis y por "defender el valor y la nobleza del oficio", del trabajo del político y parlamentario, que debe de ser ejemplar en su ejercicio para "reforzar el vínculo" que les une con los ciudadanos. Así, reconoció que esa unión está hoy en día "debilitada", debido al "disgusto social" frente a la crisis y por el "descrédito social" al que tanto han contribuido "conductas impropias e indecentes" procedimientos que rechazó en nombre de todos los que como el, sienten "el honor" de dedicarse al servicio público.

Sin embargo, durante su intervención no eludió los temas espinosos de la actuación del Gobierno con los que no está de acuerdo y, por ejemplo, pidió a la ministra de Sanidad y Asuntos Sociales, Ana Mato, "especial atención" a la dependencia y un "esfuerzo" para un aspecto que explicó "nació en origen infra financiado" y que además se ha sometido "a los más dolorosos ajustes". La minería también estuvo presente en este catálogo y exigió que en la planificación energética de España se tengan en cuenta "todas" las fuentes de energía, en referencia al carbó, y una salida a las comarcas cuando ya no sea posible mantener el sector. En cuanto a Garoña, otro de los motivos de discrepancia, culpó a las compañías eléctricas de su posible cierre y pareció cerrar así el conflicto que, en algun momento, pudo mantener con el Ejecutivo de Rajoy.

Sin embargo, y ante los suyos, Herrera dedicó la parte troncal de la intervención a defender el modelo del Estado Autonómico, frente a las tentaciones recentralizadoras -"que no pueden demostrar las posibles ventajas de las mismas"- y a otras propuestas, como las federalistas del PSOE, de las que dijo "no logran ni explicar". Para ello, puso como ejemplo los 30 años de vida de Castilla y León, un tiempo del que destacó que se ha impulsado una "modernización" de la estructura económica y productiva de la región, con la que se ha multiplicado por siete la riqueza de la comunidad y que le ha permitido converger con la media europea.

La clave, de acuerdo con su discurso de estos últimos años, ha sido practicar lo que denomina "autonomismo útil para las personas" y que calificó de "leal y cooperativo con todos". Para el presidente, el balance demuestra que ésta ha sido "una apuesta acertada", que además "debe ser y seguir siendo, el mejor marco de convivencia para el futuro", porque proporciona medios para afrontar los difíciles momentos actuales y para continuar progresando.

Es precisamente esta realidad económica complicada, la que afirmó obliga a los políticos a "concentrar todos los esfuerzos en tres objetivos prioritarios, necesarios y urgentes", como son el crecimiento y empleo, la cohesión social y la apuesta por los grandes servicios públicos.

Las políticas impulsadas por Rajoy para conseguir la estabilidad y recuperación, opinó que aunque son "difíciles, duras y nada populares", son "necesarias", pero también indicó que necesitan un "mayor compromiso, decisión, rapidez, coherencia, estímulo y fortaleza", por parte de la Unión Eurpea.