Cáritas, preocupada por el "desgaste" del colchón familiar

Cáritas atendió durante el 2013 unas 13.000 personas, son 4.000 más que las que contabilizaban las estadísticas anteriores a la crisis pero se ha estabilizado en el último año. La situación ha emperado básicamente por la falta de oportunidades, que impiden salir de la espiral a quienes perdieron el empleo. A eso se une, según alertaba el director de Cáritas Bizkaia, Carlos Bargos, "el desgaste de las redes de apoyo familiar". Está empezando a fallar el apoyo que suponían para muchos abuelos o padres y por eso incidían en la reclamación a la administración pública para que refuerce las ayudas sociales. La prolongación de la crisis tiene también efectos psicológicos, se ha detectado un aumento creciente de conflictos familiares y un deterioro de la comunicación interna".

La otra conclusión detectada por la organización es que se está equilibrando la balanza entre autóctonos e inmigrantes. Hace seis años eran los extranjeros los que llamaban a su puerta en busca de apoyo, pero en los últimos años se está inviertiendo y el año pasado se repartieron casi a partes iguales. El presupuesto manejado por Cáritas fue de 12 millones de euros, con un ligero aumento tanto de los gastos como de los ingresos. Por eso, lo más positivo es que la solidaridad y el voluntariado no se han resentido por la crisis, apuntaban sus responsables.