Dos colegios de Bizkaia reparten desayunos de refuerzo a niños que no comen en casa lo suficiente
En uno de estos dos centros los propios profesores corren con los gastos de estos desayunos de refuerzo tras detectar casos en los que los menores se marean en clase
La crisis está afectando también a los más pequeños. Dos centros de Bizkaia están repartiendo este curso desayunos de refuerzo tras detectar que la comida del comedor escolar es la única fuerte que algunos menores reciben en todo el día. Este viernes acaba el curso y se cierran los comedores escolares.
Más información
"La comida que reciben en el comedor escolar es la única fuerte que reciben en todo el día". Así lo denuncia la responsable de comedores escolares del sindicato ELA, Lucía Puertas, que denuncia que dos centros de Bizkaia han tenido que repartir este curso desayunos de refuerzo tras detectar casos en los que algunos menores llegaban a marearse en clase por no haber desayunado en casa y haber cenado de manera deficiente.
Los profesores corren con los gastos
Los dos colegios prefieren que su nombre no salga a la luz pública para evitar una posible estigmatización del centro y los dos han puesto remedio a este problema de maneras diferentes. En uno de los casos el centro ha extendido el servicio de sus desayunos madrugadores a todos los alumnos ante la creciente demanda que estaban percibiendo y para evitar así diferencias entre los niños y niñas.
En el otro colegio estos desayunos se reparten sólo a los menores en los que se ha detectado el problema, a los que se saca de clase de manera discreta con cualquier excusa para darles este desayuno de refuerzo sin que el resto de los niños lo sepan. En este caso, además, es el propio centro junto a los profesores o trabajadores los que pagan de su bolsillo los alimentos que se reparten o los llevan de casa.
Problema oculto
Lo delicado del programa ha llevado incluso a que la mayoría de padres ni siquiera conozcan que sus colegios están repartiendo estos desayunos. Incluso los propios progenitores afectados recelan de pedir ayuda, bien por vergüenza o por miedo a que se les pueda retirar la ustodia de sus hijos. El curso escolar acaba este viernes y con él se cerrarán los comedores escolares que hasta ahora han supuesto la principal comida del día para estos menores.
