El caso de los vertidos en Fuente de Piedra se queda con sólo dos acusados y penas menores

Todos los acusados se han declarado inocentes de los hechos de los que se les acusaban en el juicio que ha tenido lugar este viernes. La fiscalía pedía inicialmente pena de prisión para todos los procesados.

La fiscalía de Málaga ha retirado la acusación contra el actual alcalde de la localidad malagueña de Fuente de Piedra, el socialista Francisco Hidalgo, y otros dos ex concejales del municipio a los que acusaba de permitir, durante años, vertidos tóxicos en la Laguna de esta localidad.

Inicialmente la fiscalía pedía por estos hechos una pena de 18 meses de cárcel y nueve años de inhabilitación para cada uno de ellos como autores de un delito contra el medio ambiente.

Además el Ministerio Público ha rebajado la condena solicitada para el ex alcalde del municipio y actual secretario de organización del PSOE en Málaga, Cristóbal Fernández, para quien ahora pide una multa de 2.400 euros e inhabilitación de siete años. También reduce la condena solicitada para el responsable de la empresa envasadora de aceitunas de la que, supuestamente partieron esos vertidos, para él pide ahora seis meses de prisión y que pague en concepto de responsabilidad civil 74.000 euros.

La fiscalía consideraba, inicialmente, que todos ellos, habían permitido, desde el año 1998 hasta 2005, el vertido de grasas, cloruros y aceites en la Laguna de Fuente de Piedra sin poner los medios necesarios para evitarlo pese a que eran conocedores de la situación.

En el juicio celebrado este viernes todos los imputados se han declarado inocentes. El gerente de la empresa mantiene que se ejecutaron todas las obras ,requeridas o no , para evitar los vertidos y depurar las aguas, los concejales han dicho al tribunal que no tenían competencia ni conocimientos en la materia y que todo lo decidía el alcalde, y este, Cristóbal Fernández, mantiene que tuvo diversas reuniones para solventar el problema, que actuó con total diligencia, que siguió las pautas marcadas por otras administraciones y que, en todo caso, los vertidos no eran tóxicos.