Los trabajadores de Metales Extruidos insisten en la viabilidad de la empresa y reclaman la implicación de la Junta

Las hojas del calendario se aproximan, inexorables, al 16 de julio, fecha en la que el futuro de Metales Extruidos quedará sellado. Si nada cambia, ese futuro pasa por el cierre y el despido definitivo para los 320 trabajadores afectados por un Expediente de Regulación Extintivo que les aboca al desempleo. De todos modos, no dan el partido por perdido y, por eso, se han vuelto a manifestar.

Mientra se negocia el expediente de extinción de los 320 empleados de Metales Extruidos, la plantilla no se resigna y de manera mayoritaria se han sumado a una nueva manifestación desde el centro de la ciudad hasta las nuevas instalaciones de la factoría situada en la carretera de Segovia.

Insisten en que la empresa es "viable" y que necesitan un comprador. Por eso vuelven a incidir en su llamamiento al consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, para que no abandone a su suerte a la compañía y, sobre todo, a los trabajadores y sus familias, abocados si nadie lo remedia, al drama del desempleo.

Empresa con futuro

El presidente del Comité de Empresa, Ángel Ortega, recuerda que ahora sólo están empleados los administrativos y unos pocos operarios destinados a labores de mantenimiento pero solicita a los políticos autonómicos que "apuesten" por ellos y por las posibilidades de una compañía "que ha demostrado su rentabilidad".

El próximo 16 de julio es la fecha límite para saber si Metales continúa abierto. El precio de compra de la factoría ronda los 22 millones de euros.