Paisaje arrasado un año después

Cortés de Pallás, Dos Aguas, Montroi, Yátova, Turís, Millares, Andilla... son algunos de los términos que se vieron afectados por las llamas en unos días en la que la peor de las pesadillas se hizo realidad con unas condiciones que ayudaron a propagarlos y que los expertos califican como los tres treintas: temperaturas superiores a 30 grados; humedad inferior al 30 por ciento y vientos que superaban los 30 kilómetros por hora.

Un año después, la situación todavía es desoladora y aunque los alcaldes de la mayoría de municipios aseguran que las inversiones prometidas han llegado, el paisaje es devastador y el turismo, una de las principales fuentes de las que bebía esta zona, ha caído en picado.

El alcalde de Cortes de Pallás, Alberto Saez, lamenta que pasarán muchos años hasta que el bosque recupere su estado anterior. Eso sí, destaca que la climatología ha ayudado en cierta manera porque el final de 2012 y principios de 2013 ha sido bastante húmedo, con lo que se ha facilitado la regeneración natural de la zona. Aún así, los más afectados han sido los apicultores, que se ha quedado sin actividad, y el turismo, que ha caído notablemente. Sáez afirma que ahora hay que concienciar a la sociedad de que todavía hay mucho que ver en estos municipios.

En cuanto al gasto en prevención, los alcaldes de la zona afirman que no se invierte lo suficiente, que se debe replantear la política en prevención y extinción de incendios porque si se volviese a originar un fuego con las condiciones del año pasado, sería totalmente imposible pararlo. El primer edil de Andilla, Jesús Ruiz, apunta más allá: la ley de montes y la ley forestal deberían contribuir a prevenir incendios.