Heroínas de la retaguardia

Se puede asistir hasta el 28 de Julio dentro del Festival Grec

Somos una veintena de personas delante del refugio 307 en Poble Sec, uno de los 3 que se pueden visitar de los más de 1.400 que se construyeron en Barcelona durante la Guerra Civil.

Antes de comenzar el recorrido, la historiadora Mamen Conte nos explica cómo se organizaba la población para hacer frente a los bombardeos. En muchas casas se hacía vida en la azotea, pendientes del cielo. Se recogían palomas y perros abandonados, que tienen el oído más fino y detectan antes de la llegada de los aviones.

Entramos en el refugio y caminamos por pasillos de 200 metros de longitud. Hay un ambiente frío y húmedo, nos reparten mantas. Escuchamos música de la época, en la interpretación en directo de una viola que nos guía el camino que debemos seguir. Nos sentamos en bancos de madera, imaginamos los carteles de "prohibido discutir de religión y política" que había en el refugio y poco a poco hacemos un salto en el tiempo.

Una mujer, desde un rincón, nos dice que su marido está en el frente. Debe vigilar a su hijo pequeño porque cuando vienen los aviones, sube a la azotea y grita "si sois hombres, bajar a dar la cara!".

Al cabo de un rato llega una enfermera, la acompañamos a hacer la ronda por refugio. Nos cuenta historias de compañeras que fueron al frente y también nos habla de las mujeres de la retaguardia, las mujeres de la Segunda República, las heroínas del plato en la mesa.

Durante el recorrido se oye el sonido del aviso antiaéreo. Los aviones no se ven porque vuelan demasiado alto, llueven bombas, pero la enfermera nos recuerda que "las bombas no caen, nos las tiran".

Dentro del refugio 307 hay una guardería. Conocemos una niña de la guerra que recuerda a Encarnación Martorell, conocida como la Anna Frank catalana, ya que también escribió un dietario. Un personaje que interpreta la actriz Itziar Castro. Nos dice que cuando hay un bombardeo "nos ponemos un lápiz entre los dientes y nos agachamos".

Nos enseña dibujos que hicieron niños de la Guerra Civil; son dibujos reales, hay gente que corre, gente que grita, tanques que disparan. A diferencia de las fotografías en blanco y negro de la época, los dibujos de los niños de la guerra tienen colores vivos, los edificios son naranjas y las llamas, rojas.

Escuchamos testimonios de mujeres, niños, personas mayores que en algunos casos, acostumbrados a convivir con el peligro y el miedo, decidían no bajar al refugio cada vez que había un ataque.

Todas las palabras que dicen las 3 actrices de Subterráneas tienen la fuerza de ser testimonios de mujeres que sobrevivieron a la Guerra Civil, fruto de 6 años de investigación y de entrevistas.

A la salida los visitantes comparten historias y experiencias familiares. Subterráneas es un proyecto que comenzó hace 2 años, se ha realizado en varios refugios antiaéreos de Cataluña y es muy recomendable para alumnos de instituto.

Un proyecto que ha sido recuperado por el Grec y corre el riesgo de no tener continuidad por falta de financiación. Hasta el 28 de julio "Subterráneas. Sobrevivir entre bombas".