La Policía desaloja un local que contaba con un aforo cuatro veces superior al permitido
En su interior, previo al desalojo, los agentes contabilizaron un total de 840 personas, cuando el establecimiento sólo podía albergar 219 personas
La Policía Municipal de Madrid desalojó anoche un local ubicado en el número 7 de la calle Arlabán, en distrito Centro, donde se estaba celebrando una sesión de música electrónica y que contaba con un aforo cuatro veces superior al permitido, según han explicado a la Cadena Ser fuentes municipales.
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La propia Policía Municipal ha explicado que decidió intervenir "debido al peligro que suponía el excesivo aforo que presentaba". En su interior, previo al desalojo, los agentes contabilizaron un total de 840 personas, cuando el establecimiento sólo podía albergar 219 personas.
Fuentes del Consistorio madrileño han explicado que sobre las 4.30 horas de esta madrugada, la Policía municipal recibió el aviso de una persona que estaba dentro del local, la sala Stella, y que, según relató, estaba teniendo problemas de movilidad en el interior de la discoteca. De hecho, explicó que estaba intentado salir del local y que no podía.
Hasta el lugar acudieron varias patrullas de la Policía Municipal, que detectaron que no solamente la salida del local estaba complicada sino que la movilidad en el interior estaba "seriamente perjudicada", por lo que se decidió desalojar la sala -el desalojo duró hasta las 5.45 horas aproximadamente-.
Cuando se finalizó el desalojo, que transcurrió con "normalidad", con el recuento se comprobó que en el interior había 840 personas cuando la sala sólo tenía un aforo de 219 personas. La Policía procedió a levantar un acta informativa con todo lo ocurrido.
Asimismo, ha trasladado el asunto al Área de Coordinación de Seguridad para abrir un expediente, donde el instructor, con los datos recogidos -recuento de personas e infracciones que podrían haberse detectado de la Ley de Espectáculos- dará parte a los propietarios del local para que manifiesten su versión y hagan sus alegaciones.
Este tipo de actuaciones, según las mismas fuentes, suele acabar con sanción, que pueden ser meramente económica -las más graves suelen rondar los 30.000 euros- o puede terminar con el cese de actividad del local.
