60 inmigrantes se encierran en una iglesia de Barcelona
Unos sesenta inmigrantes, en su mayoría de origen subsahariano, han iniciado un encierro en la iglesia de Sant Bernat Calbó del barrio barcelonés del Poblenou, en protesta por el desalojo esta mañana de un par de naves industriales de la zona
(CADENA SER)
Los inmigrantes, muchos de ellos nigerianos y senegaleses, han tomado esta decisión después de una asamblea y de manifestarse por las calles del Poblenou, una reunión en la que han decidido encerrarse en esta parroquia hasta final de julio.
Los portavoces de la Asociación Solidaria Contra los Desalojos y de la Asamblea del Poblenou, Manel Andreu y Enrique Mosquera, han convenido con el párroco de la iglesia el carácter temporal del encierro, su uso como método de protesta y que los ocupantes respetarán y mantendrán el claustro en buenas condiciones.
"Esto no es para dormir, es para luchar por conseguir un lugar digno donde dormir", ha declarado Mosquera.
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Los portavoces han querido resaltar que solamente pueden acudir a la iglesia los inmigrantes que vivían en las naves de la calle Puigcerdà y Pere IV, ya que quieren poner el acento de la protesta en encontrar una rápida solución relativa a su problema de vivienda.
El acto pretende empujar al alcalde de Barcelona, Xavier Trias, a que "cumpla con su promesa" de no dejar a nadie en la calle y que las plataformas de apoyo a los inmigrantes puedan "verificar si hace lo que prometió".
La Asociación contra los Desalojos y el ayuntamiento han cruzado datos y declaraciones desde la noche de ayer, cuando los primeros denunciaron que el consistorio solamente había cumplido con la promesa de encontrar un hogar para las personas que pernoctaban en las naves con quince de ellos, mientras que desde el consistorio se ha asegurado que ya han acogido a 137 personas desde enero.
Los Mossos d'Esquadra han desalojado, a las ocho de esta mañana, los complejos industriales del Poblenou, donde la mayoría de los afectados se gana la vida vendiendo chatarra, y más de setenta inmigrantes se han quedado sin un techo donde dormir.
Por el momento no ha habido contactos de ningún tipo con el ayuntamiento, ni con la Subdelegación del Gobierno, que se encarga de los asuntos de inmigración, según ha avanzado Andreu.
