Una superviviente confirma que tardaron en atenderla 45 minutos

El pasado 1 de Noviembre quedó sepultada por decenas de cuerpos que se le venían encima segundo tras segundo

Sandra Regidor, una de las jóvenes que quedó atrapada en la avalancha humana que se produjo en el Madrid Arena la madrugada del 1 de noviembre, ha asegurado hoy que la enfermería del recinto municipal estaba cerrada y que ni a ella, ni a otra amiga las atendió nadie.

Durante una hora y media, la joven de 22 años ha declarado en calidad de testigo ante el juez del caso, Eduardo López Palop, a quien también ha explicado que los jóvenes que portaban chalecos amarillos, contratados por DivierTT les dijeron que por aquí ya no pasaba nadie refiriéndose a las salidas de emergencia que estaban cerradas.

"Después fue cuando pasó todo" ha destacado Sandra, quien ha explicado que en el momento de la tragedia estaba en el vomitorio cerca de la pista y que cuando se produjo la avalancha quedó atrapada hasta que un chico la agarró de los brazos y consiguió sacarla.

Sandra Regidor ha prestado testimonio ante el juez de forma sobrecogedora. Sus recuerdos siguen ahí, claros y detallados como esa noche del pasado 1 de Noviembre cuando quedó sepultada por decenas de cuerpos que se le venían encima segundo tras segundo.

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Sonia Ballesteros, la madre de la chica, no hay duda en afirmar que los responsables de lo que pasó fueron los políticos y se ha quejado de la dificultad que tuvieron para conseguir incluso un informe en el hospital sobre las lesiones que sufre su hija.