Las costumbres de aseo personal a finales del XIX en el Museo Cerralbo
La exposición 'Toilette. La higiene a finales del S. XIX' es un paseo por los espacios, utensilios y costumbres de aseo personal y cosmética
Las piezas expuestas pertenecen al propio Museo Cerralbo en Madrid, al Museo del Traje y a colecciones particulares. La pequeña muestra podrá visitarse desde el 15 de octubre al 12 de enero de 2.014
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La palabra toilette significa desde el siglo XIX aseo personal, belleza o discreción y sustituyó a los tradicionales términos de aderezo o compostura, pero también designa, paralelamente a su progresiva aparición en los espacios domésticos, nuevas estancias como la sala de baño o el área de retrete o excusado. En la exposición se presenta un tocador femenino, un juego de barbería masculino, la recreación del aseo en el dormitorio y el cuarto de baño que da paso a los actuales. Partiendo de fotografías se ha reconstruido el cuarto de baño que hubo en el piso entresuelo del propio palacio del Museo Cerralbo. En ese cuarto se puede ver el retrete de porcelana inglesa, una fuente de hierro esmaltada en blanco y rosa, las cañerías de plomo, una bañera de asiento y un bidet. Estas dos últimas piezas eran portátiles porque dependiendo de la temperatura el baño o el aseo se realizaban en sitios como la cocina donde hacía más calor. En la zona del aseo en el dormitorio se puede contemplar una curiosa pieza como el 'Don Pedro', un orinal con tapa de madera.
La muestra también presenta jarros y aguamaniles, navajas de afeitar, tenacillas para rizar el pelo, cepillos, aceites capilares, perfumes, polvos de arroz y colorete para el maquillaje o perfumadores de barbería. También hay muestras de jabón de marcas españolas como La Toja o la fragancia 'Jardines de España' de la casa Floralia, y carteles de marcas cosméticas punteras como Gal, Dorin, L.T. Piver o Houbigant. También se muestra una fotografía de una bañera tipo sarcófago que llama la atención por su estrechez porque el agua corriente era un bien escaso y muy preciado al que no todos tenían acceso. El Palacio del Museo Cerralbo está situado en el barrio madrileño de Argüelles, uno de los primeros de la ciudad que tuvo un alcantarillado que surtía de agua a los palacios y casas de la zona y que evitaba el uso de las cloacas generales.