'No al destierro' de las mujeres más vulnerables

Valencia

La Dirección General de Familia y Mujer obliga a estas asociaciones a dejar el piso en el que venían realizando su actividad en Martinez Cubells, propiedad de la Generalitat, para ahorrarse los gastos.

La Generalitat obliga a trasladarse a las asociaciones que atienden a los colectivos de mujeres más vulnerables a una alquería en un polígono periférico, de dificil accesibilidad y escasa iluminación.

Estas asociaciones atienden a mujeres víctimas de violencia de género, mujeres en paro y con cargas familiares, enfermas oncológicas y otros colectivos, que son atendidas en un piso propiedad de la Generalitat en Martínez Cubells.

Las asociaciones aseguran que están dispuestas a colaborar en el ahorro de la administración y en plantearse el cambio de ubicación, pero no a costa de la seguridad y accesibilidad de estas mujeres que reciben una atención que, en muchos casos, no da la administración ni la subvenciona.

El local al que envían a estos colectivos es una alquería en la calle Antonio Maura, en la prolongación a Burjassot. Está rehabilitado pero se encuentra en un polígono alejado de la población, tiene una difícil accesibilidad, no hay aceras, tiene escasa iluminación viaria y está ubicado en un polígono separado de la población, características estas que generan inseguridad. Según las asociaciones, en la mayoría de los meses del año cuando finalizan las actividades es noche cerrada. Para llegar a la estación del metro hay que atravesar un parking, descubierto y en el caso de las líneas 62 y 63 que van al Palacio de Congresos es necesario, para acceder al local, atravesar vías rápidas sin pasos de peatones.

Las usuarias de los servicios prestados por las Asociaciones de Mujeres de Martínez Cubells pertenecen a colectivos especialmente vulnerables, como son el de las víctimas de la violencia de género, las afectadas por enfermedades oncológicas y otras que sufren las consecuencias socio-económicas y sicológicas derivadas de divorcios conflictivos; mujeres desempleadas y con escasa empleabilidad y cargas familiares y otros colectivos que se han distinguido en la lucha por las políticas de género.

Muchas de las usuarias carecen de recursos para sufragarse el transporte y acuden a pie hasta el piso de Martínez Cubells, y otras tienen problemas de movilidad, otras sufren de amenazas y miedos. El tenerse que desplazar hasta un lugar alejado y poco transitado como el que propone la Directora General de Familia y Mujer es añadir una dificultad más a las que ya tienen. Lo que, en la práctica, supondría que dejarían de asistir.

Los colectivos han solicitado reuniones con los grupos parlamentarios, incluido el PP.