Un tercer 'botellón' se desarrolló dentro del recinto desde las once de la noche

Tanto DivierTT como Seguriber tenían la responsabilidad de la seguridad del público, pero no impidieron el consumo de alcohol introducido por los clientes

Ni uno, ni dos, sino tres botellones que se desarrollaban a la vez sin que nadie lo impidiera. Ya se conocía el botellón de la Casa de Campo, que tuvo lugar en los alrededores de la estación de Metro de Lago.

La responsabilidad de evitarlo -es una actividad prohibida en vía pública- correspondía a la Policía Municipal. Después, la investigación desveló que hubo otro botellón en los jardines exteriores del Madrid Arena. Una zona bajo responsabilidad de la compañía de seguridad privada Seguriber.

Es más, este segundo botellón congrego a las 2.500 personas que entraron a la carrera cuando el concierto comenzó y que chocaron con otro grupo que pretendía salir generando el tumulto que causo los fallecimientos.

Pero Radio Madrid les adelanta que el sumario recoge los datos y los testimonios sobre el tercer botellón, un botellón que se celebró en el interior del recinto desde el mismo momento en que sus puertas se abrieron, más o menos a las once de la noche.

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Y ese botellón fue visto y permitido por la empresa de Miguel Ángel Flores DivierTT. Y también por la empresa de porteros Kontrol-34 contratada también por Flores. Fue un botellón en el que los litros de alcohol llegaron al interior del edificio en las propias manos de los clientes ya que nadie lo impidió.

Una de las menores que acudió al concierto con el DNI de una amiga mayor de edad, que sufrió la avalancha y que no recibió ayuda, ha relatado ante el juez que ella y sus amigos, unos 15, entraron, atención: con una garrafa de 5 litros de vodka en la mano más otra botella de otro destilado por persona y que nadie, absolutamente nadie, se lo impidió.

Que también llevaron estupefacientes al concierto. Ya dentro, esta testigo relata al juez que comenzaron a ponerse copas en los pasillos

Esta misma chica detalla que en las plantas superiores todos los asistentes elaboraban cubatas con el alcohol que había traído desde el exterior. Era una práctica normal que se hacía a la vista de todos los asistentes y organizadores.