"La operatividad de la universidad pública está comprometida a corto plazo"

Sólo tiene 16 años de vida. Pero la Universidad Pablo de Olavide es la primera andaluza y la octava de España en rendimiento académico de sus alumnos y está entre las tres primeras en productividad investigadora. Buenos resultados que son posibles, fundamentalmente, gracias a la dedicación y entrega del personal en tiempos especialmente difíciles, según ha dicho el rector, Vicente Guzmán. "Pero no se puede seguir cargando por mucho tiempo la espalda de las personas, porque llegará un momento, que está cercano, en el que la calidad de la universidad estará seriamente comprometida", ha añadido.

La tasa de reposición impuesta por el ministerio obliga a sustituir sólo a uno de cada diez profesores funcionarios. Este recorte, unido a la paralización de ayudas a la investigación y a la asfixia financiera, han supuesto, entre otras cosas, que el curso comience con 48 profesores menos.

Los nuevos proyectos de investigación están prácticamente parados. Los más de 600 que tiene ahora en marcha la Olavide subsisten porque consiguieron financiación en convocatorias plurianuales previas al cierre del grifo de las ayudas del Ministerio y de la Junta, que comenzó hace dos años. Y para colmo, ese dinero llega de forma irregular.

En torno al 70 por ciento de la plantilla es personal laboral. Eso ni siquiera permite cumplir con la ley que obliga a las universidades a que, al menos, el 51 por ciento de la plantilla esté compuesta por funcionarios. Unas condiciones que, unidas a la juventud de la Universidad Pablo de Olavide, que sólo tiene 16 años, hacen especialmente significativos los buenos resultados que el rector ha dado a conocer.

La Universidad Pablo de Olavide es la primera andaluza y la octava de España en rendimiento académico de sus alumnos, que en el pasado curso han superado, de media, el 75,76 por ciento de los créditos. (La media nacional es del 69%). También está entre las tres primeras de España en productividad investigadora.

Dado el complicado escenario en el que llegan estos datos, el rector de la Olavide atribuye los buenos resultados a la dedicación y entrega del personal, "que es aún mayor" en estos tiempos difíciles, con recortes en investigación y condiciones laborales. "Pero no se puede seguir cargando por mucho tiempo la espalda de las personas, porque llegará un momento, cercano, en el que la calidad de la universidad estará seriamente comprometida", ha añadido. Vicente Guzmán considera que "de seguir así, en dos años, la Universidad Pública estará seriamente comprometida en términos operativos".

Los recortes no sólo afectan a la actividad docente e investigadora. También, y mucho, al alumnado. Este año se han quedado sin cubrir 56 plazas de nuevo ingreso de las 2080 ofertadas. También ha bajado en un 20% el número de estudiantes que pide beca. Y es que, el endurecimiento de los requisitos para optar a una de estas ayudas ha supuesto que 79 alumnos tendrán que devolverla con intereses y sin posibilidad de optar a una nueva para el presente curso. Esto pone a algunas familias en "una muy delicada situación, y estamos viendo algunos casos muy dramáticos", ha dicho Vicente Guzmán. La Universidad Pablo de Olavide cuenta con una bolsa de ayudas por valor de 50.000 euros, gracias a la contribución de diversas instituciones e iniciativa privada, que dedicará a pagar los estudios de los alumnos que se queden sin ayuda y estén en peores condiciones socioeconómicas. "Pero lo privado nunca debe sustituir a lo público", alerta Vicente Guzmán.

El rector ha anunciado que, pese a las dificultades, los ajustes y la contención del gasto permitirán que la Universidad Pablo de Olavide cierre el presupuesto de este año con un ligero superávit. La deuda de la Junta con esta universidad se mantiene en 16 millones de euros, si bien, sumando lo adeudado por el ministerio y otros organismos y empresas privadas, el montante asciende a 23 millones. Eso sí, el plan de ayuda a proveedores ha permitido pagar facturas por valor de 11 millones de euros.