El 'efecto dominó' de Fagor Electrodomésticos arrastra a las primeras tres empresas en Bizkaia
Refinerías Sangroniz de Sondika ha parado la producción después de la quiebra de Incasa, en Mungia, para quienes hacían lingotes de alumunio
La parada de producción de Fagor Electrodomésticos y su filial en Bizkaia, Edesa, empieza a repercutir en el tejido industrial del territorio. Con el registro del concurso de acreedores se abre un periodo de cuatro meses en los que los administradores judiciales deberán poner en orden los números del fabricante de electrodomésticos y comprobar si hay líneas salvables, como demanda la plantilla de Edesa en su caso
Entre tanto, pequeñas empresas que tenía a Fagor Electrodomésticos como principal y casi único cliente en cartera se están viendo arrastradas por la parada de la producción. Es el caso de Incasa, en Mungia, con una plantilla de treinta trabajadores. Suministraba piezas de aluminio para lavadoras y se ha visto obligada a solicitar el concurso de acreedores arrastrada por un impago de 1,2 millones de euros de la cooperativa gipuzkoana, que había realizado los pedidos que ya no van a adquirir. El 'efecto dominó' no acaba ahí porque Refinerías Sangroniz, de Sondika, ha parado la producción de lingotes de aluminio y en septiembre envió a sus quince empleados a casa con un permiso retribuido. No tienen a quién entregar su producción. Su cliente, hasta hace unos días, era Incasa que a su vez ha dejado un "importante agujero" en sus cuentas pero confían en que la dirección pueda encontrar nuevos clientes y reabrir la empresa.
En esta lista, que seguirá ampliándose, se incluye una de las firmas que trabaja en la construcción de San Mamés Barria. Es Proiek Habitat & Equip-ment, en Artea. Está construyendo el cerramiento de la fachada y es este encargo lo que le permite seguir con vida. Es la única que, pese a entrar en el concurso de Fagor Electrodomésticos, seguirá con la actividad y podría ser una de las "partes salvables" que quede al margen de una previsible liquidación.




