El último pleno del año en Bilbao da el visto bueno a la nueva Ordenanza de Hostelería
El texto ha incorporado una disposición adicional que prohibirá, una vez entre en vigor, la venta de alcohol en establecimientos no autorizados a partir de las diez de la noche
Tras una larga tramitación, que comenzó en abril, antes del parón de Navidad, la sesión plenaria está previsto que dé luz verde a la nueva regulación para el sector de hostelería en la Villa. Durante todo el proceso los grupos de la oposición han mostrado sus reticencias, cada uno con sus matices.
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El partido socialista ha sido uno de los más duros porque cree que el cambio normativo "desertizará" las calles de Bilbao y su portavoz, Alfonso Gil, entiende que hay otras fórmulas para lograr el equilibrio entre el derecho "fundamental" al descanso de los vecinos y el ocio nocturno. EH Bildu sostiene que la ordenanza nace coja porque debería haberse actualizado antes el mapa del ruido del ocio. Por su parte, el PP no comparte el texto porque se queda corto, en alusión a la prohibición de abrir pubs y discotecas en los bajos de los edificios residenciales. Este descontento de la oposición es interpretado desde el equipo de gobierno casi como un logro, "en el punto medio está la virtud", sugería en la tertulia del 'Hoy por Hoy' en concejal Asier Abaunza.
Con todo, la actualización de la ordenanza de hostelería ha incorporado una disposición adicional que impedirá a los establecimientos no autorizados vender alcohol a partir de las diez de la noche. El consistorio ha sancionado en los últimos años a dos locales, en Somera y la Naja, pero acogiéndose a la Ley vasca de Actividad Comercial alegando desorden público. Ahora se unifica el criterio y se podrá multar sin tener que aludir a otras leyes. Esta limitación afectará a tiendas de chucherías, fruterías o bazares y quedarán al margen los locales que tengan licencia específica. Uno de los aspectos más controvertidos de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) es que, una vez entre en vigor, se impedirá la apertura de pubs y discotecas en los bajos de los edificios residenciales, tampoco podrán abrir centros de culto. Una restricción que diferentes confesiones estudian si llevar al Constitucional por entender que se están cercenando sus derechos. Durante la etapa de tramitación el sector de los hosteleros consiguió introducir su aportación que permitirá negociar a la baja las rentas "desorbitadas" porque se les autorizará a trasladar la actividad, dentro del mismo barrio, a menos de 250 metros del actual. El nuevo texto también va a homogeneizar los horarios de apertura con respecto a la normativa del Gobierno vasco.
