Botella despide el año con un recorte de 26 millones
Los expedientes fueron aprobados para financiar la aportación del Ayuntamiento de Madrid al Consorcio Regional de Transportes
(AYUNTAMIENTO DE MADRID)
La Junta de Gobierno aprobaba el pasado 5 de diciembre un recorte cercano a los 27 millones de euros. 25,3 millones de ese gasto extra irán destinados a pagar la aportación municipal al Consorcio de Transportes. El equipo de Gobierno defiende que era un gasto no comprometido, que no afecta a los servicios básicos; el grupo socialista denuncia que este nuevo recorte toca las partidas sociales y es la prueba evidente de que el anunciado superávit de casi 1.000 millones es irreal, al tiempo que suben tasas e impuestos.
Más información
La situación financiera municipal no es tan boyante como da a entender el equipo de Ana Botella. Si lo fuera, no tendría necesidad de ir arañando partida por partida para conseguir financiar un gasto extra a pocos días del cierre del ejercicio.
El pasado día 5, en vísperas del puente de la Constitución, el Ayuntamiento cambiaba el presupuesto al aprobar cinco expedientes con recortes por un importe de 26,7 millones de euros. La minoración afecta a más de 600 partidas, en algunos casos con unas cuantías ridículas, como una de 14 euros. Los recortes se distribuyen por distintas áreas y también por la mitad de los Distritos, aunque destacan las de contenido social.
Especialmente en Urbanismo y Vivienda, con 8,2 millones de euros menos; la Agencia para el Empleo, a la que se le quita un millón de euros; o la llamada Catedral de las Nuevas Tecnologías, en Villaverde, que tenía presupuestado 2,3 millones de euros, y que sufre un recorte de 1,7 millones. Un tijeretazo, que también afecta al mantenimiento de colegios y centros educativos, áreas infantiles y de mayores.
El destino de esos fondos es, sobre todo, la mayor aportación del Ayuntamiento al Consorcio Regional de Transportes por la liquidación del año 2012. 25,3 millones de los 26,7 de este recorte serán para el Consorcio.
El Fondo de Contingencia, dotado inicialmente con 25 millones de euros para imprevistos, se ha tenido que ir ampliando hasta alcanzar los 200 millones con todas estas modificaciones.
Los últimos recortes se unen a los que ha ido aprobando el equipo de Gobierno durante todo el año. Con estos datos, el portavoz socialista, Jaime Lissavetzky, concluye que el superávit del Ayuntamiento es artificial ya que el aumento de los ingresos no será para mejorar servicios sino para pagar la deuda a los bancos. "Un auténtico disparate, un dislate que demuestra una vez más las mentiras del superávit al utilizar una contabilidad artificial. Estamos muy mal, pagando más y recibiendo menos servicios", remarca Lissavetzky.
La versión del Ayuntamiento, en cambio, es que estamos ante un "gasto no comprometido", un dinero que ya no se iba a gastar a estas alturas del año y que "no afecta a los servicios básicos que se prestan". "No se trata de recortes, lo que está haciendo el Ayuntamiento de Madrid es traspasar estos créditos sobrantes que, a esta fecha del año, es seguro que no se va a poder gastar en las finalidades para las que fue presupuestado. Y los estamos traspasando para atender nuevas necesidades que se van produciendo en la ejecución normal de un presupuesto, como es el caso de la aportación al Consorcio de Transportes", defiende Luis Martínez-Sicluna, coordinador general de Hacienda.
