Un policía dispara al aire para dispersar a una multitud en Torreblanca
Los vecinos acudieron a defender a un conductor que triplicaba la tasa de alcohol permitida y circulaba de forma temeraria
La Policía Nacional ha detenido en Sevilla a dos jóvenes después de que se negaran a ser identificados y agredieran a los agentes una vez que éstos comprobaran que conducían un vehículo mientras consumían bebidas alcohólicas y realizaban maniobras peligrosas en la vía pública. Los dos individuos llamaron a los vecinos que acudieron en masa y comenzaron a increpar a los policías, a golpear los coches e incluso a lanzar botellas de cristal al aire. La situación derivó en el uso de defensas reglamentarias por parte de los funcionarios y en un disparo al aire para disolver a la muchedumbre.
Según informa la Policía en un comunicado, los hechos sucedieron mientras una patrulla realizaba funciones de prevención en un conflictivo barrio de la ciudad de Sevilla cuando observaron cómo un vehículo realizaba algunas maniobras peligrosas con giros bruscos y grandes acelerones que estaban creando una situación de inseguridad en los viandantes.
Los agentes observaron que los dos ocupantes del mismo portaban botellines de cerveza que estaban consumiendo mientras conducían por lo que decidieron darles el alto sin éxito y mantuvieron una corta persecución que culminó con la detención del vehículo.
Una vez se detuvo el coche con sus ocupantes dentro, los agentes intentaron identificarles, aunque los ocupantes del vehículo reaccionaron de forma agresiva increpando a los agentes y vociferando hacía las viviendas aledañas para que algunos de los vecinos acudieran a auxiliarle y frustrar así la actuación policial.
La respuesta fue inmediata y algunos vecinos comenzaron a salir de sus domicilios para increpar a los agentes por lo que estos se vieron obligados a pedir refuerzos ante el temor de que las amenazas y la actitud agresiva de estas personas derivara en una agresión.
Cuando el apoyo policial llegó al lugar donde se estaban desarrollando los hechos, la multitud ya les había rodeado y algunos de los vecinos comenzaron a agredir a los agentes con empujones y patadas, llegando incluso a arrojarles botellas de cristal.
Ante esta situación, los policías decidieron hacer uso de sus defensas reglamentarias para disolver a la muchedumbre sin conseguirlo por lo que uno de los agentes se vio obligado a efectuar un disparo al aire con su arma, momento en el que la multitud despejó la zona y los agentes se detuvo al conductor del coche.
Mientras se le introducía en el coche, su acompañante intentó golpear en la cabeza a uno de los agentes esgrimiendo un botellín de cerveza en la mano por lo que fue arrestado.
Los dos detenidos, que contaban con varios antecedentes policiales previos por delitos de distinta naturaleza, fueron trasladados a dependencias policiales y al conductor se le detectó que triplicaba la tasa de alcoholemia permitida.
