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Cómo convertir propósitos en hechos

La falta de motivación es una de las causas por las que las personas no logran alcanzar las metas que se proponen ante el comienzo de un nuevo año

(CADENA SER)

Llevar una vida más saludable, perder esos kilos de más, dejar de fumar, ir al gimnasio o aprender un nuevo idioma son algunos de los objetivos que muchos se marcan de cara a una etapa. Muchos de ellos, cuando pasa un tiempo, caen en el olvido, no se cumplen porque "son poco ilusionantes, no tienen mucho sentido para uno mismo. Una persona los hace casi por obligación. Detrás de ellos no suele haber un plan de acción, es decir, la persona no se ha preparado para conseguir su propia meta. Los propósitos deben responder a un objetivo ilusionante, valioso para uno mismo, que le de sentido a su vida y contribuya a mejorar su propio bienestar personal o emocional", afirma José Carrascosa, psicólogo y director de sabercompetir.com.

Comienza el año y con él los nuevos propósitos... Hace poco una mujer, preocupada por el estado de salud de su marido, me llamó para comentarme que quería regalarle un plan de entrenamiento. La pregunté si él quería realmente hacer ejercicio. Ella me contestó: Se lo ha propuesto, otra cosa es que lo consiga.

Hay de todo: Desde llevar una vida más saludable, perder esos kilos demás o aprender un nuevo idioma. Todos son objetivos que se plantean ante etapas que comienzan. Si los tenemos claros... ¿Porqué los abandonamos? "Son poco ilusionantes, no tienen mucho sentido para uno mismo. Una persona los hace casi por obligación. Detrás de ellos no suele haber un plan de acción, es decir, la persona no se ha preparado para conseguir su propia meta. Los propósitos deben responder a un objetivo ilusionante, valioso para uno mismo, que le de sentido a su vida y contribuya a mejorar su propio bienestar personal o emocional", afirma José Carrascosa, psicólogo y director de sabercompetir.com.

Un ejemplo sería dejar de fumar. "No es ilusionante. Supone sacrificio, renuncia, obligación. Nadie está predispuesto a pasar por ahí fácilmente. El propósito debe ser ilusionante. Por ejemplo, si decides ponerte en forma, dejar de fumar cobra sentido", explica Carrascosa.

Si queremos conseguir algo, el reto no debe plantearse de forma negativa. Además, "detrás de un propósito tiene que haber un plan de acción claro y concreto. Por ejemplo, si decides ponerte en forma debes elegir qué actividad física quieres realizar, prevenir el tiempo que te cuesta ir al gimnasio, programarlo, meterlo en tu agenda para cumplirlo", admite nuestro experto. Ese plan de acción tenemos que plantearlo de forma diaria. "Ir al gimnasio mañana es fácil. Ponerte en forma parece mucho más complicado. Por tanto, el objetivo será ir mañana. En cuanto lo consiga, el siguiente objetivo será ir mañana y el siguiente... Volver a ir. El objetivo lo revalidas un día detrás de otro", admiten desde sabercompetir.com.

Algo que siempre repito a mis chicos, a mis clientes, cuando empiezan a trabajar conmigo es que se pongan metas pequeñas, que se olviden de mirar en la bola de cristal y dejen de plantearse objetivos a largo plazo. Si se trata de personas que necesitan perder peso, intento que vengan a entrenar, que se diviertan, que poco a poco incorporen el ejercicio como parte de su rutina diaria. Por otra parte, les animo a que hagan su dieta, empezando por el desayuno, después sigan por el almuerzo, la comida, la merienda y, por ultimó, la cena. Intento que no miren más allá de cada toma de alimento. Cambiar de estilo de vida puede ser más complicado que cambiar de religión y si no vas poco a poco, corres el riesgo de que la persona se agobie y abandone.

Hay que intentar dar pasitos pequeños y que la mente sea nuestra aliada. De ahí la importancia del diálogo interno. "Los pensamientos son un diálogo interno y en él no podemos traicionarnos, no lo podemos poner difícil de cara a conseguir nuestros propios objetivos. En ese diálogo interno no caben afirmaciones como "tendría", "debería" o "y si"...", subraya Carrascosa.

Es interesante apuntarte si cumples o no esos objetivos. "Si lo haces, pones una cruz, si no, dejas un espacio en blanco en tu libreta. De este modo,entras en una especie de competición contigo mismo. Cuando llevas esta anotación, descubres que tu fuerza de voluntad es más grande de la que imaginas. Esto es un apoyo que viene muy bien para reforzarte en ese esfuerzo y cumplir lo que te porpones", añade.

Buscar un objetivo ilusionante, plantearlo como algo positivo, motivante, no como una obligación. Una vez tengamos claro dónde queremos llegar, preparar un plan de acción que nos permita recorrer ese camino y alcanzar nuestra meta. En ese camino, como hemos visto, debemos dar pasos cortos, no querer correr antes que andar y anotar nuestras marcas diariamente. Toda carrera por larga que sea comienza por un sencillo paso. Estamos listos para empezar y, lo que es más difícil, continuar, seguir y llegar.

 

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