La ONCE optó a la Lavandería Hospitalaria para "no dejar abandonados" a los discapacitados
El presidente defiende que, de no haberse presentado al concurso, la organización habría perdido su posición de liderazgo

(AYUNTAMIENTO DE MADRID)

Dos días después de la desconvocatoria de la huelga en la Lavandería Central Hospitalaria, el presidente de Fundación ONCE, Miguel Carballeda, ha explicado que se presentaron al concurso, a través de Flisa, para fomentar la contratación laboral de personas con discapacidad. Especialmente en el caso de discapacitados intelectuales, que no habrían entendido que se les hubiera "dejado abandonados".
La ONCE se defiende. El presidente de la organización, Miguel Carballeda, ha aprovechado la firma de un convenio con la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, para hacer una encendida defensa de la creación de empleo para discapacitados por parte de esta organización. Más de 7.000 puestos de trabajo generados en 2013 a través de empresas como Flisa (Grupo Fundosa).
Cada vez que abren una lavandería, ha explicado Carballeda, la ONCE genera hasta 120 empleos para personas con discapacidad de todo tipo. El presidente ha salido al paso de las críticas recibidas desde que ganaron el concurso de la Consejería de Sanidad.
"En nuestras lavanderías industriales de Madrid trabajan más de 150 personas con discapacidad intelectual, los más difíciles de integrar, que no hubieran entendido jamás que les hubiéramos dejado abandonados ni ellos ni sus familias", ha remarcado el presidente de la ONCE. Y no sólo eso, añadía Carballeda, "hubiéramos perdido nuestra posición de liderazgo en beneficio de otros que vienen de fuera de nuestras fronteras".
Así se ha pronunciado Carballeda tras la firma de un convenio junto a Ana Botella según el cual la Empresa Municipal de la Vivienda (EMVS) va a alquilar pisos adaptados, con una renta máxima de 200 euros al mes, para discapacitados en busca de un empleo o que se están formando para su integración laboral.
El presidente de la ONCE también ha denunciado que muchos discapacitados "están secuestrados en sus casas" por no tener una vivienda adaptada a sus circunstancias. Carballeda ha pedido un cambio de la normativa para permitir que estas personas puedan hacer obras de acondicionamiento con el fin de disfrutar de "una vida plena de integración".




