A la espera de refuerzos
Las reiteradas lesiones de Carlos Reina Aranda, la intermitencia de Chrisantus y las esporádicas apariciones de Máyor, han provocado que el equipo no haya mostrada la contundencia esperada en un candidato al ascenso a la Primera División.
Es por ello por lo que la entidad afronta desde la tranquilidad la opción de la llegada de al menos un refuerzo para el frente de ataque de los amarillos. Aunque el mercado ya se tiene rastreado por parte de la comisión deportiva, la posibilidad de la llegada de un delantero está supeditada a la salida de algún jugador de la plantilla que dirige Sergio Lobera.
En el punto de mira de posibles salidas se encuentra el búlgaro Spas Delev, cuya participación en lo que se ha disputado de temporada apenas está siendo testimonial. El propio futbolista le manifestó directamente a su entrenador su deseo de abandonar la entidad debido a la poca confianza que cree tener por parte de Lobera.
Un condicionante importante es que no se hará ningún esfuerzo económico para posibles fichajes. Una de las bazas que se manejan es que la actual plantilla del equipo isleño es lo suficientemente competitiva para solventa con éxito el intento de ascenso de categoría y que hay margen amplio de mejora para crecer en lo que resta de temporada.
Otro de los caminos que ha cerrado el club es subir a alguno de los futbolistas que están en el equipo filial. Mucho se ha hablado de la temporada goleadora de Héctor Figueroa, sin embargo el coste económico de tal decisión frena por ahora toda opción del aterrizaje de alguno de estos futbolistas al primer equipo.
En definitiva, el mercado está abierto para la UD Las Palmas pero cualquier movimiento que se haga en el club se hará desde la filosofía de no distorsionar las condiciones fijadas por parte de la comisión deportiva ante el desafío de acometer el objetivo más elevado de los últimos años.




