Los problemas de Arturo Fernández, también con Metrovacesa

Una de las empresas de Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña, ha abandonado las dos cafeterias que alquilaba en sendos edificios propiedad de Metrovacesa, uno en el parque empresarial de Sanchinarro (en el que daba empleo a 10 trabajadores) y otro en el parque Alvento (donde empleaba a 6).

Según el presidente de la patronal madrileña, ninguno de los dos edificios contaba con licencia municipal que permitiera ofrecer un servicio de restauración que el Grupo Cantoblanco ha estado dando desde hace 10 años en el caso del edificio de Sanchinarro.

También, y siempre según Arturo Fernández, el abandono de ambos edificios se produce tras alcanzar un acuerdo con la inmobiliaria y justo antes de que se hiciera efectiva (en el caso de Sanchinarro) una decisón de desahucio, con efecto 30 de enero, ordenada por un juzgado de primera instancia de Madrid.

La deuda contraida con su casero, la compañía Metrovacesa, asciendía a los 400.000 euros por alquileres impagados. Arturo Fernández afirma que el acuerdo al que ha llegado con Metrovacesa, supone la cancelación de ese deuda a cambio de renunciar a los elementos de las instalaciones, cuyo valor calcula que asciende a los 700.000 euros.

En una notificación enviada a sus trabajadores, Grupo Cantoblanco Alimentación S.L. reconoce que desde hace un año, intenta renegociar a la baja el contrato de alquiler con la inmobiliaria al considerar que la situación económica es diferente a la de hace una década, que es cuando Arturo Fernández comenzó a trabajar en el edificio de Sanchinarro. Además, reconoce que su compañía soporta pérdidas continuadas desde hace 5 años por la explotación de ese servicio.

Por su parte, los 10 empleados que hasta ahora han trabajado para Arturo Fernández en ese edificio, tienen el compromiso del grupo Cantoblanco para bien ser reubicados o subrogados a la empresa que vaya a prestar el servicio de restauración en el edificio.