CAF recibe la multa más alta por una muerte por amianto

Un juzgado de San Sebastián ha condenado a la empresa CAF con sede en Beasain a indemnizar con más 410.000 euros a la familia de un trabajador que murió hace algo más de un año por una enfermedad causada tras la exposición continuada al amianto. El trabajador, después de haber estado 50 años en la compañía, falleció de un mesotelioma pleural. Se trata de la multa más alta impuesta a una empresa vasca, según han señalado desde la asociación ASVIAMIE de afectados y víctimas del Amianto

El fallo, dictado por el juzgado de lo Social número 3 de San Sebastián, condena a CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles) por incumplimiento de la legislación sobre medidas preventivas existentes desde 1940. En el texto judicial, se especifica que el mesotelioma pleural maligno que se detectó al empleado después de haberse jubilado, fue causado por su exposición al amianto durante las horas de trabajo. Este empleado había desarrollado su trabajo en la fábrica de Beasain durante 50 años. No se trata de la primera sentencia sobre CAF, y contra ella cabe, no obstante, recurso ante la sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.

En opinión de Jesús Uzkudun, portavoz de la asociación, con este tipo de fallos se demuestra que es ya "incuestionable" el reconocimiento de las enfermedades profesionales del amianto, siempre y cuando existan pruebas de la exposición a este material. Y en el caso de la CAF, añade, queda igualmente evidenciado porque todos los juzgados están asumiendo la doctrina del Tribunal Supremo que se refiere a la legislación de los años 40 que obligaba a las empresas a cumplir las condiciones preventivas. Este tipo de sentencias debe hacernos reflexionar añade, "sobre el amplio uso de sustancias cancerigenas en el trabajo y el olvido de la prevención por parte de algunas empresas en este terreno".

Desde ASVIAMIE confirman, que estamos ante la indemnización más elevada que se impone a una empresa en la Comunidad Autónoma Vasca, con la obligación de resarcir económicamente a la familia por daños y perjuicios y también al recargo de las prestaciones sociales. En ese sentido, el portavoz de este colectivo de afectados, anima a los afectados a reclamar y dirige su mensaje a las empresas" deben adoptar medidas de prevención porque como ocurre con el amianto, puede suceder también con otros materiales nocivos. La prevención resulta rentable para todos y especialmente para las víctimas", concluye Uzkudun.