Una estudiante de Málaga entrará en las cuevas de Altamira
Lo hará junto a otras cuatro personas en agosto. El recorrido durará 37 minutos. Hacía doce años que nadie accedía a esas galarías
Tres hombres y dos mujeres han sido elegidos este jueves por sorteo para participar en la primera visita experimental a la Cueva de Altamira, que tendrá una duración de 37 minutos.
Es la primera vez que accede público a la cueva desde que se cerrara a los visitantes hace 12 años. Desde entonces, sólo los científicos habían entrado para desarrollar investigaciones.
Los afortunados seleccionados aleatoriamente entre los visitantes del Museo de Altamira son dos periodistas, Alvaro San Miguel y Javier Ors, una estudiante de Derecho en Granada natural de Málaga, Carolina Pardo; y dos santanderinos, Andrea Vicente y Antonio Díaz.
Vicente, que ha acudido al Museo de Altamira acompañada por su madre, ha manifestado que estaba "muy contenta" tras resultar elegida, mientras que Díaz ha confesado a la prensa que "sabía que me iba a tocar".
El sorteo se ha realizado a las 11.15 horas, cuando dos empleadas del Museo han sacado las cinco papeletas de la urna en la que los visitantes de la neocueva habían introducido sus datos.
Unos visitantes que no eran muy numerosos esta mañana, aunque sí han acudido a estas instalaciones de Santillana del Mar alumnos de varios colegios.
Las visitas se desarrollarán hasta el mes de agosto, fecha en la que está previsto finalice el Programa de Investigación para la Conservación Preventiva y Régimen de Acceso de la Cueva de Altamira puesto en marcha en 2012, bajo la dirección científica del experto Gaël de Guichen.
De Guichen, en declaraciones a Europa Press, ha recordado que la continuidad o no de las visitas las decidirá el Patronato de Altamira, que se reunirá el 31 de agosto y que analizará "varias posibilidades", entre ellas que continúe abierta al público.
En este sentido, el conservador ha insistido en que serían visitas como las actuales, de grupos limitados de cinco personas, pero en ningún caso masivas, ya que Altamira, como todo el patrimonio, es "un enfermo", cuyos parámetros hay que analizar para cuidar su salud.
Se prevé que, hasta agosto, un total de 192 personas participen en el estudio ya que el objeto de las visitas es analizar el impacto que la presencia humana puede ocasionar sobre la conservación de este bien Patrimonio Mundial.
Coincidiendo con el primer día de visitas, Gaël de Guichen impartirá este jueves la conferencia 'Altamira hoy' a las 19.00 horas en la facultad de Ciencias de la Universidad de Cantabria.
En el Programa de Investigación para la Conservación Preventiva y Régimen de Acceso de la Cueva de Altamira participan diversas instituciones como el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), el Instituto de Ciencias del Patrimonio del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Cantabria, la Universidad del País Vasco, el Museo de Altamira y la Subdirección General de Museos Estatales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, entre otros. 37 MINUTOS DE VISITA
El Programa ha definido unos protocolos de acceso que establecen una duración de la visita de 37 minutos y un itinerario con tiempos de permanencia definidos para cada estancia. Antes de entrar, los visitantes conocerán los detalles de su participación en el programa científico y la forma de proceder en el interior de la cueva.
Así, vestirán monos desechables, gorro, mascarillas, así como un calzado especial, elementos que facilitará el Museo, y no se permitirá el contacto con la roca y la toma de imágenes.
Durante la estancia en el interior de la cueva se controlará la temperatura del aire y de la roca, la humedad relativa del aire, la contaminación microbiológica, las aguas de infiltración, el radón y el CO2, entre otros. En el exterior, se controlará la temperatura del aire, la del suelo, la humedad relativa, la microbiología, la humedad específica, la presión atmosférica y el CO2.
A su salida, los visitantes deberán facilitar información sobre su experiencia al equipo científico.