"Donostia no quiere fiesta taurina, pero en su hospital se sacrifican niños"

Munilla tacha de falso el derecho a dedicir de la mujer y lo reduce a derecho a "decidir si tiene un hijo muerto o un hijo vivo porque madre ya es", además asegura que en la mayoría de casos la mujer aborta por presiones machistas o debido a la soledad.

El obispo de San Sebastián ha presentado una carta pastoral con la que ha mostrado su voluntad de ofrecerse "para entrar en el debate público del aborto", un debate al que el propio José Ignacio Munilla se ha encargado de entrar con fuerza. Munilla ha pedido coherencia con todos los valores sociales, no sólo con el aborto porque según sus propias palabras, "por ejemplo estamos en una capital que ha hecho una opción por rechazar las fiesta taurinas y al mismo tiempo, en esta capital tenemos un hospital en el que se sacrifican a los niños, una cierta incoherencia".

Además, el obispo ha criticado la reivindicación de las mujeres a decidir sobre su cuerpo una vez embarzadas, "la afirmación mi bombo es mía es acientífica" ha apuntado Munilla, "es innegable que existe vida desde el momento de la concepción, por lo tanto no decides sobre ti, sino sobre alguien dentro de ti" y añadía que es "un 'tuenti', es decir, un tú en ti, por lo que el autoinvocado derecho a decidir de la mujer es falso". El máximo representante de la Iglesia católica guipuzcoana sentenciaba este asunto afirmando que "una embarazada no puede decidir si quiere ser madre porque madre ya lo es, solamente puede decidir si ser madre de un niño muerto o un niño vivo".

El obispo ha justificado que la mujer "siempre, bueno no siempre, pero sí en la mucha frecuencia detrás del aborto suele estar la presión del varón o unas circunstancias de soledad y falta de ayuda, lejos de ser una causa, las mujeres se ven abocadas por la presión machista o por la falta de opciones alternativas". Por ello, Munilla ha calificado a la mujer como "la otra victima del aborto" y ha asegurado que "el feminismo radical en el fondo esta copiando el estereotipo sexual del machismo".

Al margen sobre sus consideraciones acerca de lo que puede o no decidir cada mujer, José Ignacio Munilla ha criticado duramente el anteproyecto de ley sobre el aborto que defiende el PP, señalando que "la Iglesia obviamente no puede bendecir un anteproyecto porque es injusto, la defensa de la vida no puede tener excepciones" y ha concretado, "por ejemplo se justifica el aborto en el caso de la violación, es vergonzante". Munilla ha invitado a las mujeres embarazadas en una violación a "que igual puedan ser prudentes y en caso de violación dar el niño en adopción". El obispo ha asegurado echar de menos un debate desde los valores acerca del aborto en política, porque según su opinión unos no son pro aborto y otros antiaborto, según sus palabras "la izquierda piensa de una manera y la derecha también sólo que con el freno de mano echado".

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Entrevistado esta tarde en "La Ventana Euskadi", el Ararteko Iñigo Lamarka ha querido puntualizar al prelado donostiarra, al señalar que "en ningún sitio se sacrifican niños, sino que se interrumpe el embarazo, no estamos hablando de niños, sino de embriones".