El último recurso para superar la disfunción eréctil
Un implante de pene es la única solución para que un 30 % de los hombres que tienen problemas de disfunción eréctil puedan volver a tener relaciones sexuales normales
La operación consiste en introducir una prótesis inflable para aquellos casos en que los tratamientos con fármacos no funcionan
La intervención quirúrgica dura aproximadamente una hora y después de pasar un día hospitalizado, el implante garantiza la erección a voluntad con resultados muy satisfactorios para las personas que han sido operadas y por sus parejas.
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Se trata de implantar una prótesis en el pene que el doctor Eduard Ruiz Castañé , director del servicio de andrología de la Fundación Puigvert , destaca el carácter funcional : "no es una prótesis que ocupa el espacio de un órgano que no está, sino que cubre la función. A aquellas personas a quienes no les llega la sangre al pene se les implanta un cilindro que se llenará de líquido y eso conseguirá la función de la erección"
Una pequeña pera que queda oculta entre los testículos permite accionar el mecanismo hidráulico que hace que el líquido llene la prótesis, simulando el efecto que ejerce la sangre en el pene de las personas sin disfunción.
Un estudio de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva estima que un 18,9 % de las personas de entre 25 y 70 años tiene problemas de disfunción eréctil. De ellos, un 30 % no responden a los tratamientos farmacológicos.