Laboral Kutxa gana con apuros a Estudiantes (84-87)

A estas alturas de la temporada y con todo lo que está ocurriendo en el entorno de Laboral Kutxa, las victorias se valoran y quizás se arrincona el cómo se logran.

Con el objetivo del play off de la Liga Endesa, sumar significa ir avanzando, aunque quizás el equipo no vaya en la misma dirección.

El Baskonia volvió a desplegar todo un clínic de cómo no defender, de irse de un partido, de estar sin estar, de acumular pérdidas infantiles (un total de 20) y de depender de su acierto triple hasta que el aro comienza a hacerse pequeño.

La estrategia de sumar desde 6,75 le funcionó al equipo de Scariolo durante los primeros veinte minutos. Sin tensión en labores defensivas, pero con altos porcentajes (9 de 12 intentos), ponían el partido muy de cara al descanso (36-51) , con Jelinek(15 puntos) y San Emeterio (15 puntos) entonados en esa faceta.

La sospecha de que no sería fácil flotaba en el ambiente. Porque el tobogán de este equipo se repite una y otra vez, y en Madrid volvió a suceder. El tercer período fue de Estudiantes, que como la hormiguita, buscó desde el trabajo y el juego interior con Ivanov (12 puntos) como referente hacer daño a la floja defensa rival. La cuarta falta de Pleiss le llevó al banquillo mediado el tercer período, el peor momento de los vitorianos (Con un buen trabajo de Diop en defensa) o el mejor de los locales que de la mano de Kuric (25 puntos) y el gran criterio en la dirección de Van Lacke (17 puntos) sumaban un parcial 16-6 que ponía el partido en un puño (52-57). Un triple de San Emeterio daba aire a los vitorianos que con Poeta en cancha buscaban algo más de sentido a un juego alocado y errático siempre de la mano de Heurtel. De nuevo los triples, Poeta, Jelinek y Mainoldi colocaban el 64-71 al final del tercer período.

Con Kuric y Van Lacke imparables, Estudiantes se ponía a 3 puntos (78-81) a falta de 1:22 para el final. Lo que entraba con facilidad, pesaba en las piernas de los jugadores. Con el 78-84, a falta de 12 segundos, una inexplicable antideportiva de Hanga daba una opción más a Estudiantes. Colom con un triple ponía el 83-84 a 8 segundos. Una agonía baskonista resuelta afortunadamente con dos tiros libres de Pleiss en los últimos instantes que ponían la sonrisa a una plantilla plana en muchos momentos, y con los mismos síntomas de irregularidad que están desesperando a su afición toda la temporada.

Lo mejor, una nueva victoria, poco decorosa, pero que coloca a los vitorianos en una buena situación clasificatoria, con doce triunfos y séptimos en la tabla.