La Ertzaintza busca en el río Urumea al joven donostiarra desaparecido
Buzos de la policía autónoma y de los bomberos reastrean el río en la <b>zona de Martutene</b> en búsqueda de <b>Iñaki García Rodriguez</b>, de 34 años, al que se vio en esa zona por última vez a la una de la madrugada del domingo. El trabajo está resultando dificultoso por la <b>escasa visibilidad y las fuertes corrientes del río</b>. Sus amigos y familiares recopilan <b>testimonios</b> que puedan aclarar el paradero del joven.

Buceadores de los bomberos rastrean el Urumea en búsqueda de Iñaki García Rodriguez(SOS Deiak)

Después de trabajar en varias líneas de investigación, la Ertzaintza ha decidido hoy comenzar con una operación de búsqueda y rastreo del desaparecido. Para ello ha establecido un dispositivo compuesto por la unidad de buzos de la Policía autónoma, que cuentan con una embarcación neumática tipo zodiac, y por efectivos del cuerpo de bomberos de San Sebastián, que también aportan una embarcación a las tareas de búsqueda. El puesto de mando se ha establecido en el embarcadero del Club de Remo Arraun Lagunak y desde ahí, tanto río abajo en dirección Amara, como río arriba, hacia Martutene, la moto acuática de los bomberos y la embarcación de la Ertzaintza inspeccionan la zona en superficie.
Los amigos y familiares de Iñaki García, por su parte, continúan con las investigaciones para obtener cualquier detalle que sirva de pista sobre el paradero del desaparecido. Han colocado pasquines con su foto y números de teléfono de contacto en la zona y están recibiendo muchas llamadas por parte de ciudadanos que pueden aportar información. El socio de Iñaki, Zigor Madinazkoitia, en declaraciones a Radio San Sebastián, ha asegurado que "deberían haberse movido otros estamentos bastante antes, desde el primer día sólo nos hemos movido nosotros".
Según el relato de sus amigos, Iñaki García Rodriguez cenó con ellos en una sidrería de Astigarraga donde "bebió bastante". Tomó una copa con unas amigas en un bar del pueblo y se enfadó con ellas porque le recomendaron que cogiera un taxi y volviera a su casa, dado su mal estado. Otros testimonios recogidos por su entorno le sitúan a la una de la madrugada en la parada del autobús de Martutene, pero no les consta que subiera. Los padres de Iñaki empezaron a preocuparse por él el domingo pero la voz de alarma saltó el lunes, cuando no se presentó en el trabajo. Ese mismo día su familiares presentaron una denuncia por desaparición en la Ertzaintza.
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Zigor Madinazkoitia, socio del desaparecido, cuestiona que la Ertzaintza no hubiera iniciado antes la búsqueda




