Rekalde acoge con cautela la expropiación de los terrenos de Iparlat que abre la puerta a la variante

El pleno del Ayuntamiento de Bilbao, con los votos de PNV, PSE y PP, aprobó saldar la deuda con Iparlat y pone el suelo público a disposición del Plan de Carreteras de la Diputación a falta de que la institución foral concrete los plazos para el vial alternativo que permita derruir el 'escalextric'. Bildu votó en contra por la "nefasta gestión" y "porque se está engañando a los vecinos".

Tras abonar casi 12 millones de euros a Iparlat, el suelo público queda a disposición de la Diputación, el competente en materia de carreteras. Todavía no hay plazos pero desde la plataforma Autopista Errekaldetik Kanpora se felicitan por el paso dado en el pleno. "Es un paso estupendo pero esperamos que le sigan las concreciones", advierte su portavoz, Joserra Riaño, que reconoce cierto "temor" de que el proyecto se quede en el cajón. "Nosotros queremos felicitar, no poner carteles", por eso emplaza a la Diputación a que les convoque a una reunión informativa, "al menos para que nos informen de la situación actual". Son conscientes de la coyuntura y de que el ejecutivo foral tiene otras prioridades, "como la variante de Ermua", pero no tiran la toalla y miran con "envidia" a sus vecinos de Basurto, "si se puede en Sabino Arana no me parece tan irreal que en Rekalde pueda desaparecer también". Ninguno se atrevió a poner fechas. El alcalde, de hecho, admitía "es verdad que se estaba hablando de 2016 pero también hay que reconocer los problemas que hemos tenido todas las administraciones en este tiempo".

El pleno del Ayuntamiento de Bilbao aprobó el segundo pago a Iparlat para expropiar los terrenos que dejan el camino despejado para que la Diputación de Bizkaia concrete cuándo y cómo estará en disposición de construir la alternativa viaria que, antes, permitirá derribar el 'escalextric'. "Hemos hecho los deberes, cumplimos con la expropiación, en el futuro ya veremos", dijo el concejal de Urbanismo, Eduardo Maiz, a lo que el, hasta hace pocos días, titular del área y ahora alcalde, Ibon Areso añadía "la Diputación tiene asumido que, pese a que la infraestructura tiene unos retornos negativos, por encima están los vecinos de Rekalde". La Diputación, por su parte, se limitó a afirmar que "a futuro se pueden contemplar ese y múltiples proyectos". Desde la oposición, tanto populares como socialistas reconocieron que es un gesto de "voluntad política" pero "ni se me pasa por la cabeza que no se vaya a hacer", zanjó la portavoz del PP, Cristina Ruiz; "no me bajo de la moto, la voluntad es acabar con el mamotreto", fueron las palabras del socialista Alfonso Gil. Más crítica fue la postura de Bildu, su portavoz Aitziber Ibaibarriaga replicó al resto de grupos "no se va a hacer, están engañando a los vecinos".