La Agrupación Unificada de la Guardia Civil denuncia acoso a agentes por superiores

La Asociación pone como ejemplo de esta realidad "abusiva" las "visitas" que realizan a los domicilios de los agentes, las "reiterativas" llamadas telefónicas, solicitud de informes y el "castigo" que imponen a determinados guardias civiles con la asignación de servicios de seguridad en turno fijo o la "ridiculización" de los que "decepcionan con su comportamiento" ante el resto de sus compañeros.

La Agrupación de Reserva y Seguridad (GRS) en Canarias -una unidad especial para el control de masas y grandes afluencia de personas- se creó en marzo de 2010.

Dice el secretario general de la Asociación Unificada de la Guardia Civil en Tenerife, Juan Fernández, que desde entonces se viene realizando el "acoso", por lo que después de "un intenso diálogo con los responsables" -y sin alcanzar un acuerdo- se han visto obligados a denunciarlo.

"Reiteradas" llamadas telefónicas, solicitud de informes o la "ridiculización" son algunas de las prácticas que realizan los altos mandos. Dice Fernández que no se trata de un "entrenamiento", sino un "modo de actuación, el que no actúe así se verá forzado a perder el destino".

Reconoce el secretario general de AUGC, que muchos compañeros se han visto obligados a "cambiar su carrera profesional porque les empieza a afectar a la propia salud psíquica de los agentes".

Juan Fernández asevera que esta práctica de "acoso" es "constante en el tiempo", y quien abandona la unidad "van a por otro". Se trata de "praxis que utilizan los mandos poniendo en entredicho a 4 0 5 agentes".

AUGC lamenta que la "ilusión" con la que llegan los guardias civiles a esta unidad, marcada por la disciplina y operatividad, "se transforma en decepción al comprobar como los mandos se exceden en la aplicación de las normas".