El Bidasoa Irún pierde en su visita al Guadalajara

El Balonmano Guadalajara tuvo que sufrir para derrotar a un Bidasoa Irún que volvió a dar la cara pero que una vez más perdía en el último suspiro un nuevo partido por la mínima

El BM Guadalajara se impuso, con más apuros de los previstos y ocho jornadas después, a un voluntarioso Bidasoa Irún, que no dio su brazo a torcer hasta el bocinazo final.

Alcarreños e irundarras disputaron un flojo partido, como corresponde a su situación en este tramo final de temporada. Los vascos ya están descendidos, mientras que los morados anunciaban esta semana la marcha de su entrenador y una delicada situación económica.

El choque se animó en los minutos finales, en los que los jugadores sacaron su orgullo y defendieron sus colores de cara a la afición.

La primera parte del compromiso fue muy igualada, con ritmo lento y un intercambio regular de goles. Las defensas, poco agresivas, propiciaban una cascada de anotaciones, la mayor parte desde los seis metros.

Con un parcial de 0-3, Bidasoa abrió una pequeña brecha (6-8), lo que obligó a Mateo Garralda a detener el crono. Un motivado Muiña imprimió carácter y revoluciones a sus compañeros, lo que sirvió para restablecer las tablas en el marcador (14-14).

En la reanudación, dos tantos de Muiña despegaron a los locales en el luminoso. Y dos exclusiones seguidas de Källman propiciaron la máxima renta de los de Garralda (22-18). Guadalajara se conformó con este estirón, pero los irundarras estaban dispuestos a mantener la incertidumbre hasta el final, así que mediada la segunda mitad, dieron la vuelta al marcador (25-26).

Garralda daba la portería de nuevo a Moyano (a Almeida le había relevado en el descanso), y pidió de nuevo tiempo muerto.

Y de nuevo reaccionaron los alcarreños, apretando en defensa y recobrando una ventaja de dos tantos (28-26). En esta ocasión fue Fernando Bolea quien tuvo que poner orden en sus filas para afrontar la recta final del partido.

Y lo consiguió. Irún y Guadalajara iniciaban empatados a 28 el último parcial. Entonces fue decisivo Kike Plaza, con dos goles desde los siete metros, que bastaron para dar dos puntos a su equipo (31-30).