La obra del espigón, todavía en el aire

Sobre la obra de vertido de arena en la playa de la Zurriola, el Ayuntamiento de San Sebastián ha anunciado su "voluntad de defender la posibilidad de poder compaginar el vertido con la presencia de surfistas".

Comenzados ya los trabajos de preparación de la obra, de momento el proyecto de reparación del espigón de la Zurriola quedan en el aire al no haberse encontrado en la reunión celebrada en la mañana del jueves la manera en la que acometerlo. Tras dos horas de reunión en entre el departamento de Costas del Ministerio de Medio Ambiente y los responsables de la obra, la decisión ha sido replantear el proyecto tras no haberse decidido cómo encarar los trabajos. Responsables de la obra han reconocido a Radio San Sebastián que "no es sencillo, el análisis de Costas es bueno, pero resulta más difícil reparar el espigón que construirlo desde el principio".

Para buscar una decisión definitiva, Costas y los responsables de la obra se han citado mañana viernes a las cuatro de la tarde, para una nueva reunión en este caso desde el propio espigón y comprobar in situ cómo encarar los trabajos para reparar el dique.

Por otra parte, en lo que a la obra de vertido de arena de la playa de la Zurriola se refiere, la concejala de Servicios Urbanos del Ayuntamiento de San Sebastián Nora Galparsoro ha declarado en los micrófonos de Hoy por Hoy San Sebastián que el gobierno municipal "es partidario de defender la posibilidad de compaginar, o al menos disminuir el impacto, de las obras de vertido y la presencia de todos los que trabajan en la playa". La concejala ha confiado que en la reunión que se celebra el lunes a las seis de la tarde entre el ayuntamiento, los responsables de las escuelas de surf y los técnicos del departamento de Costas "se puedan compartir diferentes alternativas para encontrar una solución". Desde las propias escuelas de surf que trabajan en la Zurriola se mezcla la preocupación por la pérdida económica que puede suponer el cierre, la esperanza de encontrar el lunes una solución para que se pueda dar la presencia de surfistas y los cursos de surf en todo momento, además del miedo a que el cierre sea más largo de lo esperado. Lo que proponen desde estas escuelas es que primero se cierre la mitad de la playa y después la otra mitad, para que pueda estar siempre operativa.