El andamio de nunca acabar
Una fachada de Irala lleva 4 años con un andamio, aunque la obra de rehabilitación ni siquiera ha comenzado. Los impagos de los vecinos y las multas del Ayuntamiento provocan la insolvencia de la comunidad, "la pescadilla que se muerde la cola"

(CADENA SER)

Los vecinos del edificio situado en la calle Kirikiño número 4, justo en la esquina con Reyes Católicos, en el barrio de Irala, se mueven entre la desesperación y la resignación. Y es que, como ellos mismo dicen, viven "una situación absurda". Todo comenzó allá por 2010, cuando la fachada se comenzó a desconcharse y se vieron obligados a emprender unas obras de rehabilitación.
Dicho y hecho. Lo primero fue llamar a una empresa de andamios para atajar posibles desprendimientos. Y después, convocar a la comunidad para poner una derrama. Pero pronto la cosa comenzó a complicarse. Algunos vecinos dejaron de poner su parte del escote "por diferentes causas" y los trabajos quedaron paralizados antes de empezar. Los retrasos han provocado multas del Ayuntamiento, que se han llevado el poco dinero ahorrado en la cuenta común.
Hoy, se agarran a la posible declaración del barrio como Área de Rehabilitación Integral como único solución posible para librarse de ese complemento inamovible de su fachada




