Recuperar los viejos olivos
La mesa del aceite de Rioja Alavesa estudia elaborar un censo de los olivares abandonados para poner en contacto a sus dueños con personas que quieran cultivarlos. El número de hectáreas que producen aceituna ha pasado de 100 a 370 en los últimos años
Decir Rioja Alavesa es decir vino, pero poco a poco hay otro producto de la tierra que empieza a hacerse hueco en nuestras mesas: el aceite. A mediados de siglo pasado la producción era prácticamente residual en el territorio, de apenas 100 hectáreas, pero los esfuerzos de los habitantes de la zona y de las instituciones han hecho que poco a poco se recupere la producción de olivas y de aceite.
La cosecha de este año asciende a 80 mil litros, una de las mejores de los últimos años. ¿La razón? El agua. Las abundantes lluvias del pasado año han hecho que se rompa la mala tendencia de dos años anteriores, con poca precipitación y una merma de la producción de olivas.
Este año, además, y por primera vez, se ha producido aceite con sello ecológico. En total, se han sacado al mercado 1500 litros de aceite virgen extra producidos sin utilizar pesticidas o productos químicos.
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La mesa del aceite, sin embargo, quiere seguir impulsando la producción de aceite en nuestro territorio y para ello estudia elaborar un registro de los olivares abandonados. "La idea es hacer un censo real de los olivares que no están en producción para poner en contacto a sus dueños con la gente que quiera cultivarlos" nos cuenta Iker Díaz de Cerio, técnico de dinamización de la mesa de aceite y olivo de Rioja Alavesa.
Quizá no se llegue nunca a las 1000 hectáreas de olivares que se sabe en su día hubo en Rioja Alavesa, pero los primeros pasos del camino para recuperar este oro líquido de la tierra ya están dados.