Gipuzkoa Basket saca los colores al Baskonia (66-72)

"El entrenador es el que tiene que dar la cara y pedir disculpas por los primeros quince minutos porque han sido una pesadilla, sobre todo, por cómo hemos fallado ofensivamente"

Así se presentó Sergio Scariolo en sala de prensa tras la bochornosa derrota de su equipo ante Gipuzkoa Basket ,en una primera parte inadmisible en un equipo que se jacta de ser de Euroliga.

El mismo guión del enésimo mal partido de los vitorianos y un desenlace esperado tras lo visto en la cancha.

Un equipo que solo anota siete puntos en el primer cuarto, que no es capaz de reaccionar ante un rival lanzado y que permite que la ventaja aumente a los 26 puntos antes del descanso, da mucho qué pensar.

El poco público del Buesa Arena, preocupante la cifra de 7219 espectadores, ya no pudo más y mostró su enfado con pitos directos a la plantilla y, sobre todo, al técnico italiano.

Hanley,con 9 puntos en el primer cuarto, encendió la mecha gipuzkoana en el primer cuarto para poner en órbita a los suyos ante la pasividad de un Baskonia que anotó su primera canasta en el minuto tres, un triple de San Emeterio y tardó la friolera de otros cinco minutos para que Heurtel (18 puntos) sumara otros cuatro puntos. El parcial 7-21 del primer período sacaba los colores a los vitorianos.

Scariolo buscó soluciones en su banquillo con la salida en cancha de Hanga, Poeta, Mainoldi, Hamilton y Causeur, pero fue tal el fiasco que pronto tuvieron que volver a cancha los titulares e un intento de parar la sangría, cada vez más bochornosa. En el minuto quince, los de Sito Alonso, con Hanley (17 puntos) imparable, lograban la máxima renta de 26 puntos. El Baskonia, a base de triples, maquilló algo el marcador para irse al descanso más que cabizbajo (21-40).

Es cierto que el porcentaje de tiro de dos de los locales fue pésimo. Al descanso solo anotaron 3 de 19 intentos, con un paupérrimo porcentaje del 16%. Pero el mérito de Gipuzkoa Basket fue salir concentrado, duro en defensa y con la clarividencia de Salgado que empezó a gustarse en el parqué del Buesa Arena. Los gipuzkoanos acudían al choque con dos bajas sensibles, Neto y Ramsdell, por lo tanto, el mérito era aun mayor.

Fabien Causeur (15 puntos) puso algo de chispa en el tercer período desde su defensa y con sus puntos. Los de Scariolo aprovecharon la cuarta falta de Doblas para acortar diferencias, siempre desde las individualidades. Desactivados los jugadores de la "segunda unidad", un aspecto muy preocupante a analizar, ya que Mainoldi, Hanga, Jelinek y Hamilton se fueron sin puntos y con valoración negativa, la responsabilidad de la remontada recayó en los de siempre. Un parcial de 14-2 tras el 27-47 colocaba en partido a los gasteiztarras (40-49).

Sito Alonso rotó con inteligencia a los suyos. Los problemas de lesiones y faltas de Doblas no le daban muchas opciones, pero los Olaizola o Huskic hicieron su rol de dar descanso a los jugadores con peso.

En el último período, el despertar vitoriano llegó tarde. La remontada a la desesperada parecía posible. Un chispazo de Poeta con un triple puso la desventaja en cinco puntos (52-57). Cada acercamiento de Laboral Kutxa era contestado por Salgado que sumó tres importantes triples en los últimos diez minutos.

El especialista en milagros baskonistas, Thomas Heurtel, volvió a coger la responsabilidad anotando diez puntos en el ultimo cuarto para acercar a los suyos a dos puntos (66-68), pero cuatro tiros libres de Robinson dieron la puntilla a un choque que merecidamente se llevó el equipo donostiarra.

El tropiezo de Laboral Kutxa, le deja en una situación algo comprometida ya que baja a la octava posición con 16 victorias, una menos que CAI Zaragoza y Cajasol que le adelantan en la clasificación. Además, permite que Gipuzkoa Basket con 15 victorias entre en la pelea junto con Joventut.

A falta de tres jornadas para el final de la liga regular, nada está decidido aunque a Scariolo ni se le pase por la cabeza que su equipo no entre en el play off.