Subcampeones con honor (1-1)

Fue demasiado injusto y cruel. El equipo juvenil realista cayó derrotado en una larguísima serie de penaltis ante el Real, en la gran final de la Copa de Campeones disputada en la localidad almeriense de Vera. Se adelantó la Real con gol de Lapeña, para empatar Legaz en un dudoso penalti en el segundo tiempo. En la muerte súbita, en los penaltis, el portero madridista Sergio desvió el decisivo lanzamiento de Jon Guridi.

A pesar de que el título se fue para Madrid, la familia blanquiazul esta muy orgullosa de esta joven generación de futbolistas que ha protagonizado una temporada sobresaliente. Alcanzó los octavos de final en la Younth League para caer ante el Schalke alemán, ganó con solvencia el título de liga de la categoría y ha realizado una Copa de Campeones en Almería para enmarcar.

Tuvo que ser en la lotería de penaltis, bastante cruel, en el decimosexto lanzamiento de una interminable muerte súbita,- el portero madridista Sergio desvió el disparo de Guridi-, para que se escapara de las manos la Copa de Campeones. El equipo de Jon Mikel Arrieta demostró una capacidad competitiva, con calidad para jugar al fútol, con orden y disciplina en la retaguardia y velocidad para salir al contraataque ante el potencial de los blancos.

El conjunto realista dio un golpe perfecto en el minuto 21, con un gol de cabeza del riojano Adrián Lapeña, al peinar de cabeza al primer poste un corner realista. El conjunto blanquiazul opuso buena resistencia ante el empuje blanco que consiguió el empate de penalti por mediación de Legaz, en una acción dudosa, un posible empujón de Ibarbia sobre Cristian que el colegiado Fernando Borbalán interpretó como pena máxima.

Los realistas lo intentaron hasta el final del tiempo reglamentario y hasta en la prórroga con un gran remate de Roberto Olabe que paró Sergio. El portero madridista se convirtió en el gran protagonista en la tanda de penaltis al desviar el disparo de Guridi, inconsolable junto a Ibarbia por sus compañeros al fallar los dos penaltis en la muerte súbita. No se pudo completar la hazaña, se acarició el sueño, y en Vera quedó el recuerdo de una gran equipo y una excelente hornada de canteranos par la futura Real.