Llega el orden a las terrazas de la Plaza Nueva

Las partes coinciden en que era "una necesidad" acabar con el caos reinante en uno de los lugares más emblemáticos del barrio. Los vecinos de los portales próximos a los bares y restaurantes llevaban tiempo quejándose de las incomodidades que les causan las terrazas que, denuncian, cada vez ocupan más espacio y dañan la imagen de un barrio que, recuerdan, fue declarado conjunto monumental.

Es una reclamación que viene de atrás. Los vecinos habían expresado su malestar por el crecimiento de terrazas porque se comen el espacio a los viadantes e incluso, en el caso concreto de los residentes en la Plaza Nueva, les impiden el acceso a sus portales. También han trasladado al Ayuntamiento en numerosas ocasiones que perjudican la imagen del barrio. Son cuatro los lugares señalados por la asociación Bihotzean: la Plaza Nueva, la calle Jardines, la plazuela de Santiago y la calle María Muñoz. Después de varios encuentros a cuatro bandas entre responsables municipales, hosteleros, comerciantes y vecinos, han conseguido llegar a un acuerdo en la primera de las zonas, "aunque los cambios no entrarán en vigor hasta enero de 2015", advierte el presidente de la asociación de hosteleros, Boni García, sorprendido porque se haya podido resolver "tan bien" la situación. "Cuando no está regulado puede haber individualidades, ahora, al tener cada uno su parcela, saben a qué atenerse".

Actualmente hay 18 bares, "aunque está previsto que todas las lonjas puedan acoger locales de hostelería", explica García. La nueva regulación contempla que cada establecimiento tenga su propio espacio exterior "en un módulo delimitado, con cuatro mesas y sus 16 sillas", que quedará señalado en el suelo. Cabe la posibilidad de que los locales con una superficie mayor o los que no tienen un bar en la lonja colindante puedan ocupar "hasta un máximo de dos módulos". Esta nueva regulación también tiene su vertiente estética ya que se van a unificar las sombrillas, "habrá dos colores a elegir y todas tendrán iluminación". Por el momento, no se contempla unificar todo el mobiliario para evitar el desembolso elevado a los empresarios , "pero sí hay intención de ir cambiándolas". Esta nueva cara del corazón del Casco Viejo de Bilbao no se empezará a ver hasta el año que viene.