Los trabajadores del ascensor de Begoña convocan tres días de paros parciales

La empresa concesionaria del servicio negocia con el Gobierno vasco si mantiene o no en servicio una de las infraestructuras más emblemáticas de Bilbao, después de anunciar en febrero su intención de abandonarlo. Los trabajadores no están cobrando sus sueldos y ven que la solución no termina de llegar.

Se les está acabando la paciencia. Los cinco trabajadores del ascensor de Begoña siguen esperando noticias de las conversaciones que mantienen la empresa encargada de explotarlo y el ejecutivo de Lakua, pero éstas no llegan y acumulan casi cuatro meses sin cobrar. "No podemos estar más tiempo sin cobrar y hemos decido convocar los paros para intentar hacer algo de fuerza", explica en Radio Bilbao Miguel Ángel, uno de ellos. Han registrado en la delegación de Trabajo tres días de paros parciales a partir del próximo día 23 de mayo. El viernes de 8 a 10 de la mañana y de 18 a 20 horas, sábado y domingo de 10 a 12 horas. "Les daremos un margen de varios días para que se lo piensen y a partir del miércoles 28 sería una huelga indefinida", advierten. Sobre las conversaciones que mantienen las partes implicadas no saben nada.

La empresa solicitó en febrero, por escrito, al Gobierno vasco la caducidad de la adjudicación por la falta de rentabilidad del negocio, perjudicado por un descenso del número de usuarios del 21% en cuatro años, en parte, por la competencia que ha supuesto el ascensor del metro. La infraestructura, uno de los iconos del Casco Viejo de Bilbao, está sufriendo también el paso del tiempo. Un vecino de la calle Esperanza denunció en Radio Bilbao que se habían desprendido piedras de hasta diez kilos en su terraza, lo que obligó al Ayuntamiento -a través de Surbisa- a colocar una malla de protección "como un parcha provisional" a la espera de que se acometa una rehabilitación "total", una responsabilidad recae en el propietario del mismo, un motivo que podría estar detrás de esa intención de la empresa de abandonar el servicio