El Alavés sigue siendo de Segunda

Dificilmente se podrá olvidar lo vivido en el campo de la Nueva Victoria. La afición albiazul ha vuelto a vivir un hito histórico de un equipo que ha tirado de corazón y deseo para darle la vuelta a un partido que se puso cuesta arriba con el gol del Jaén en el minuto 52. El 1-0 del Jaén daba pausa a los locales y toda la presión para los vitorianos. El técnico albiazul acertó con los cambios. Primero Quiroga, al que se le anuló un gol. Después Juanma. Dos jugadores con un papel residual esta temporada que se han convertido en protagonistas fundamentales en el milagro albiazul. Con casta y con fe, el Alavés buscó el empate y en siete minutos mágicos, los sueños se convirtieron en realidad. Llegaba el empate a uno, con un gol de gran calidad de Juanma tras un recorte en el área pequeña. Y dos minutos después, Quiroga colocaba el 1-2. Parecía todo resuelto, pero al filo del 90, en un error defensivo, el Jaén apuraba sus opciones empatando el choque. Un empate que condenaba a los dos equipos, que no servía a ninguno para quedarse en la Segunda. Y llegó Guzmán, el extremeño que ha resuelto la papeleta albiazul en los últimos choques, colocando ya en el descuento, el definitivo 2-3.

Los milagros existen y los sueños se hacen realidad. Viguera y Vélez lo soñaron durante la semana. El destino quiere que el Deportivo Alavés siga un año más en la Segunda División.

Vitoria vive a estas horas un fiesta en la ciudad. El mejor final para una más que deficiente temporada en la que los vitorianos han estado más en puestos de descenso que de salvación. Lo que cuenta es que en la última, en la que valía, en la gran final, el equipo no ha fallado. Un plantilla comprometida que de la mano de Alberto, tercer entrenador de la temporada, ha conseguido ser un bloque compacto en los partidos cruciales.