El juez imputa a dos empresas y a dos trabajadores tras la muerte de la familia de Alcalá

El Juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá de Guadaira ha abierto nuevas diligencias por el reciclaje de tapones de plaguicida que provocaron la muerte de un matrimonio y su hija. El Juzgado ha abierto esta diligencias y ha imputado a dos personas jurídicas -dos empresas- y dos trabajadores de las mismas al considerar que pudo existir delito en el tratamiento de esos tapones de plaguicidas que causaron la muerte de las tres personas. Están imputados por un presunto delito contra el medio ambiente en concurso con tres delitos de homicidio imprudente.

Se trata de la empresa que vendió los tapones de plaguicida y una chatarrería donde los compró supuestamente el padre fallecido. Es una sociedad que se dedica a la gestión de residuos de Dos Hermanas que en lugar de destruir ese material contaminante lo vendió a la chatarrería, que a su vez se los vendió a una de las víctimas. Este hombre se los llevó a su casa y los guardó en una bañera.

Los tapones tenían fosfuro de aluminio que en contacto con la humedad o el agua se transforma en un gas muy tóxico, la fosfina, que provoca la muerte en pocas horas. En la vivienda de Alcalá murieron en diciembre el padre, la madre y una de sus hijas. Se salvó otra que había estado muy pocas horas en la casa porque había cenado fuera.

En una nota, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía informa de que el juzgado seguirá practicando distintas diligencias en las próximas semanas.