Ana Botella demora su promesa de dar comida a domicilio a niños en riesgo
PSOE y trabajadores sociales denuncian que se trata de una medida "improvisada" y de "muy difícil cumplimiento" en lo que queda de julio
Ana Botella no podrá poner en marcha "de manera inmediata" la promesa que realizó durante el último debate sobre el estado de la ciudad. La alcaldesa, desmarcándose del Gobierno de Ignacio González, que niega problemas de desnutrición infantil, apostó por un sistema de reparto a domicilio de comida para niños necesitados durante el verano. De momento, este servicio no ha comenzado. El Ayuntamiento afirma que ningún menor se está quedando sin comer.
Ana Botella está encontrando más dificultades de las previstas para poner en marcha el servicio. Hace dos semanas, durante el debate sobre el estado de la ciudad, la alcaldesa anunció la creación de "manera inmediata" de un servicio de comida a domicilio para menores sin recursos. Catorce días después, las instrucciones dadas al Área de Familia y Servicios Sociales no han tenido efecto y es muy difícil que se puedan cumplir antes de que acabe el mes de julio.
Hasta el pasado martes, 8 de julio, los Centros de Servicios Sociales no tenían conocimiento, ni habían recibido instrucciones, de cómo cumplir esa promesa. Ese mismo día, a las 8,30 de la mañana, llegaron finalmente las órdenes, aunque sin determinar cómo se debían tramitar los expedientes. Unos trámites obligatorios que, en el mejor de los casos, los trabajadores sociales no podrán acabar antes de que concluya el mes de julio.
"Qué es lo que ocurre, que habló la improvisación la búsqueda del titular de prensa, no se consultó con los trabajadores sociales, todo el mundo optaba por la solución más sencilla que era habilitar los comedores escolares pero Botella presentó una solución que tiene problemas para su desarrollo", denuncia el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Jaime Lissavetzky.
A la habitual sobrecarga laboral hay que sumar el hecho de que los trabajadores tienen que asumir los expedientes de sus compañeros de vacaciones. Los centros tampoco conocen cuál es la empresa de cáterin que llevará las comidas. Un servicio para menores de 3 a 14 años y no para el resto de la unidad familiar como sería lo lógico.
"Es una vergüenza, el verano es julio y agosto y la señora Botella hace una propuesta sin tener en cuenta la realidad y la sirve para hacer propagando de un servicio que no existe", añade Lissavetzky.
La versión municipal
El Ayuntamiento asegura que ahora mismo, gracias a los recursos habituales, no hay ningún niño que se esté quedando sin comer. A partir de la semana que viene, según el Área de Familia y Servicios Sociales, todos los Distritos estarán en condiciones de poder enviar las comidas a domicilio, en caso de que los menores no puedan ser atendidos con las ayudas de emergencia. Este verano, más de 7.000 de las 25.000 plazas para niños en campamentos o centros de inglés son gratuitas, según el equipo de Botella.




