Llega la hora de cerrar

(CADENA SER)

En los últimos años han ido desapareciendo establecimientos emblemáticos de la ciudad de Valencia. Al cierre de Mantequerías Castillo o Pastelería Villanueva, se une ahora el de Giménez joyeros de la plaza del Ayuntamiento.
D. José María Giménez Herrero, maestro relojero y de tradición artesanal, fundó en 1889 la antigua relojería dedicada a la venta y reparación de relojes, en la entonces denominada Bajada de San Francisco.
En la década del 1920, su hijo D. Juan Giménez Darós, aportó nuevas ideas para impulsar el negocio familiar. Por ejemplo, la instalación el 8 de mayo de 1928 de un reloj publico, que era impulsado por electricidad, en la fachada de la tienda y que era la admiración de todos los valencianos.
Ya en la postguerra, D. Francisco Giménez Vicent, hijo de Juan, se suma al negocio familiar. La firma Giménez abre el nuevo establecimiento en el nº 16 de la Plaza del Caudillo iniciando con fuerza un periodo de afianzamiento y progresivo avance en cuyas lujosas vitrinas de moderna configuración, se exhiben las más famosas marcas de relojes del mundo, algunos de ellos comercializados en exclusiva, al tiempo que se abre otro establecimiento en la calle de Colón, regentado actualmente por otro de los hijos de D. Juan, Carlos.
En el año 1965 al fallecer D. Francisco Giménez Vicent, sus hijos Francisco y Carlos Giménez, toman la dirección de la cadena de establecimientos.
La historia del establecimiento de la plaza del Ayuntamiento llega a su fin. A finales de este mes de julio, Francisco Giménez Vendrell, ha decidido cerrar un establecimiento por el que pasaron miles de valencianos y que fue santo y seña de la clase, estilo y moda en la alta relojería y joyería de la ciudad de Valencia.




