30 toros de fuego para despedir la Semana Grande

Se cumple el 30 aniversario de la presencia del toro de fuego o zezen-suzko en la Semana Grande donostiarra y por este motivo, el próximo sábado 16 de agosto, último día de las fiestas, se llevará a cabo un particular homenaje a esta figura. El Ayuntamiento, a través de Donostia Festak, ha preparado un programa especial que incluye una exposición y un encierro nocturno con 30 toros de fuego para poner el punto y final a esta edición de la Aste Nagusia

Desde el año 1984, un total de seis toros de fuego o 'zezen-susko' vienen saliendo después de la exhibición de los fuegos artificiales. Su estructura está formada de fibra de vidrio y su forma la de un toro al que acompañan en su recorrido los pastores que les incitan a acercarse al público. Para este año de celebración, los toros de fuego contarán con dos principales novedades: en su habitual recorrido desde el Hotel de Londres y hasta el Boulevard, el fuego esta vez no será el habitual, de color anaranjado - amarillo, sino que ofrecerá un color azul y blanco, colores donostiarras por antonomasia.

Además, el próximo 16 de agosto, último día de la Aste Nagusia, habrá un programa especial dedicado al aniversario de este elemento festivo. Desde las 10 de la mañana se expondrán en la plaza Gipuzkoa los 30 toros de fuego de diversas procedencias y que por la noche tomarán parte en el encierro que dará fin a la Semana Grande. Los más pequeños podrán sacarse fotos durante la mañana (11:00 - 13:00) puesto que se habilitará un photocall. A partir de las ocho de la tarde, la treintena de toros de fuego se acercarán hasta el Hotel de Londres desde el Boulevard, a la inversa del recorrido habitual, acompañados de los dulzaineros y al son del 'Iriyarena'. Tras una cena de hermanamiento entre los porteadores de toros, a las once y media de la noche, después de los fuegos artificiales, está prevista la salida de la manada de toros de fuego en su itinerario tradicional.

El consistorio se basa en una glosa de finales del siglo XIX de Marcelino Soroa Lasa para defender que esta figura festiva tiene su origen en San Sebastián. Según algunos historiadores locales, este tipo de costumbres nació en China donde era habitual quemar la pólvora sobre animales en movimiento. Pero fue gracias a los viajes de los marinos donostiarras realizados a principios del silgo XIX que esta idea pudo ser importada a la capital guipuzcoana.