Esmeralda Orero deja de ser directora general del Ayuntamiento de Valencia
Fuentes próximas a Orero explican que lo ha hecho para consolidar su carrera profesional
Valencia
La hasta ahora máxima responsable de coordinar el servicio jurídico, las ordenanzas y las licencias junto a la inspección municipal ha decidido renunciar a este cargo de confianza
La alcaldesa de Valencia Rita Barberá nombró a Esmeralda Orero directora general de coordinación jurídica, ordenanza, licencias e inspección en junio de 2011, días después de tomar posesión como alcaldesa.
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Hace unos meses, Orero tuvo temporalmente que dejar el cargo para poder aspirar a la jefatura de servicio de Licencias y consolidar su plaza de alta funcionaria. Una vez adjudicada la plaza, el Gobierno local le ofreció volver a ser directora general. Sin embargo, Orero decide ahora renunciar para dedicarse a la jefatura de servicio y proseguir su carrera profesional.
Fuentes próximas a Esmeralda Orero aseguran que ha sido una decisión que ha tomado para ganar crédito profesional, ya que la legislatura se agota en nueve meses y cabe la posibilidad de un cambio de gobierno.
Recordemos que la figura de director general es de reciente creación y reservada para personas de plena confianza para Barberá. De hecho, solo existen tres direcciones generales en el Consistorio. Esta que hasta hace poco ostentaba Orero, otra dirección general de Estudios y Proyectos y una tercera de Urbanismo. Un cargo por el que cada director general cobra 5.500 euros al mes brutos.
Esmeralda Orero, sin embargo, ha decidido renunciar a la dirección general para poder centrarse de lleno en su jefatura de servicio de Licencias obtenida en la última promoción. La renuncia la comunicó Orero en persona a la alcaldesa y al vicealcalde.
Trayectoria
Esmeralda Orero es funcionaria del Ayuntamiento de Valencia desde 1984. Es también profesora del Instituto Nacional de Administración Pública.
Especialista en urbanismo y en derecho patrimonial, ha publicado trabajos de investigación, artículos y publicaciones. Lo último, un libro sobre el patrimonio inmobiliario presentado en el hemiciclo municipal. Un libro en su día generó polémica porque la concejalía para la que trabaja Orero decidió comprar 35 ejemplares para repartirlas entre los distintos servicios. En total, 2.240 euros.




