Greenpeace presentará alegaciones contra las prospecciones frente a la costa vasca
La asociación ecologista advierte de que estas prospecciones de exploración suponen unos peligros reales, ciertos y muy elevados
Greenpeace asegura que, en cuanto lo permita la ley, presentará alegaciones contra las propescciones que estas dos empresas, Capricorn Spain Limited y Shell Usptream Spain BV, pretenden realizar frente a la costa vasca. La organización ecologista recuerda que el desastre medioambiental en el Golfo de México en 2010 se produjo en una de estas fases de exploración
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La asociación ecologista Greenpeace ha señalado a Cadena SER Euskadi que, al igual que han hecho en los casos de Canarias, Baleares, Mar de Alborán, Costa del Sol o Cataluña, también presentarán alegaciones contra las prospecciones solicitadas por las empresas Capricorn Spain Limited y Shell Usptream Spain BV para buscar hidrocarburos frente a la costa vasca.
El responsable de la campaña de Greenpeace contra las prospecciones, Julio Barea, ha señalado que este tipo de trabajos de búsqueda de hidrocarburos suponen unos peligros reales, ciertos y muy elevados y ha puesto como ejemplo el desastre ecológico ocurrido en el Golfo de México en 2010, que sucedió en una plataforma que se dedicaba exactamente a una fase de exploración y cuyo vertido tardó meses en poder ser clausurado.
Barea ha señalado que la primera fase de alegaciones que se abre ahora por un plazo de dos meses suele utilizarse por las empresas para comprobar si hay otras firmas interesadas en la zona o que tengan ya los permisos de explotación, y que es después cuando esta fase de alegaciones se abre a cualquier entidad u organismo. De no poder hacerlo antes, éste sería el momento en el que Greenpeace presentará sus alegaciones para intentar evitar estos permisos de explotación frente a la costa vasca.
El proceso abierto hoy con la publicación en el BOE de esta solicitud de permisos para explorar la zona consta de varias fases que incluyen no sólo las alegaciones, sino también la presentación de los correspondientes informes medioambientales, por lo que el plazo hasta que las empresas autorizadas comiencen realmente con las prospecciones puede alargarse de tres a cinco años.
