Kutxabank es el banco español de mayor solvencia

Los expertos ya auguraban que Kutxabank se encontraría en las primeras plazas entre las entidades españolas que han pasado los test de estrés. Los resultados, conocidos hoy domingo, confirman esa buena situación de la entidad, a la que siguen Bankinter, con un 11%, y BFA-Bankia, con un 10'3%. En séptimo lugar figura BBVA, con un 9% de solvencia

En la hipótesis más severa (escenario adverso) planteada por dicho examen, el Grupo financiero vasco ha alcanzado un excedente de capital de 2.278 millones de euros y una ratio de capital 'Common Equity Tier I' del 11,8%, la mejor del sistema, duplicando de forma holgada la exigencia mínima fijada en el 5,5%. Este mismo indicador alcanza el 10,7% en su versión 'fully loaded'; es decir, calculado como si ya hubiese transcurrido el periodo de aplicación progresiva de las nuevas reglas de cómputo de la ratio de capital.

Mario Fernández, Presidente de Kutxabank, ha realizado una valoración "extraordinariamente positiva" de los resultados, y ha asegurado que permiten "mantener nuestro objetivo fundamental, que es satisfacer a nuestros clientes. Saben que tienen su dinero en la entidad de crédito más solvente del sistema financiero español y me parece que es un elemento de tranquilidad muy importante".

El Presidente del Grupo financiero ha valorado "el modelo profesional de la entidad y su vocación social. Las Cajas se han integrado en Kutxabank y somos los mismos, las mismas personas, y lo mismo: un modelo de banca profesional con vocación social". Ha recordado, en ese sentido, que "todos los beneficios que se obtienen en esta casa y que se reparten, sólo tienen un destino, las Obras Sociales".

Mario Fernández ha defendido la vigencia del modelo solvente y profesional de Kutxabank. "Permaneciendo en su esencia -ha apuntado- tiene que adaptarse a la economía global, y probablemente tendremos que hacer lo necesario para seguir funcionando en idénticas condiciones que nuestros competidores si queremos estar en los primeros puestos". También ha señalado que "hasta ahora hemos estado preocupados por la solvencia, y ahora tenemos que buscar un mayor rendimiento para el accionista y para ello tenemos que adaptarnos. A mí me sorprende la resistencia al cambio".

Las entidades españolas han sido examinadas junto a las del resto de Europa porque a partir del próximo 4 de noviembre estarán supervisadas directamente por el BCE y sus activos superan los 30.000 millones de euros o el 20 % del PIB del país de origen. El examen mide la capacidad de estas entidades de mantener siempre un colchón de capital del 8 %, que se reduce al 5,5 % en el peor de los casos, puesto que son dos los escenarios que plantea el examen: uno base, con las estimaciones económicas de cada país previstas por la Comisión Europea, y otro "estresado" o adverso. Este último supuesto, que en ningún caso se trata de una previsión sino de una hipótesis, supone que en el caso de España que el PIB se contraería un 0,3 % este año, un 1 % en 2015, y apenas crecería un 0,1 % en 2016.

También prevé nuevas turbulencias en el mercado inmobiliario español, en el que los precios de la vivienda caerían un 3,1 % este año y un 5 % en 2015 y 2016. Lo que el BCE ha puesto a prueba es la solvencia de los bancos, y su capacidad para hacer frente a futuras crisis, pero también la calidad de sus activos (AQR por las siglas en inglés). Y para ello, lo que ha hecho es analizar los créditos concedidos, las carteras comerciales y de inversión, la exposición a deuda soberana y titulizaciones, y la capacidad de generar ingresos y beneficios