Condenan a 5 años a la pareja que golpeó y encañonó a un joyero de Vitoria
El espectacular atraco se produjo en marzo de 2013 en una joyería de la calle Olaguibel
Vitoria
Un Juzgado de Vitoria ha condenado a cuatro años y diez meses de cárcel a una pareja de jóvenes que golpearon y amenazaron con una pistola a un joyero de Vitoria con la intención de robarle gargantillas y sortijas de oro.
La sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número 2 de Vitoria, a la que ha tenido acceso Efe, les condena también a pagar conjuntamente más de 16.000 euros por las lesiones, secuelas y daños morales causados al joyero.
El Juzgado considera probado que el 23 de marzo de 2013 la mujer entró en la joyería, y mientras el tendero le mostraba gargantillas de oro, accedió a la tienda el hombre, que había acudido en días anteriores acompañado de otra mujer preguntando por el mismo producto.
Poco después, el acusado encañonó con una pistola semiautomática al joyero y le apuntó al corazón mientras le decía: "No te muevas que te mato".
Se inició entonces un forcejeo entre los dos al que se sumó la mujer y que terminó con los tres en el aseo del local, donde el comerciante accionó la alarma que estaba camuflada en esta estancia sin que los ladrones se dieran cuenta.
El acusado disparó al aire "con ánimo de amedrentar" al joyero y y comenzó a propinarle multitud de golpes en la cabeza con la culata de la pistola a pesar de sus súplicas para que no le hicieran daño y se llevaran lo que quisieran.
La procesada sacó entonces de su bolso unas bridas con las que le ató de pies y manos y un rollo de cinta americana con la que tapó la boca. En ese momento el propietario pudo ver que dentro del bolso estaban las joyas que antes le había mostrado.
Mientras tanto, la Ertzaintza acudió al lugar de los hechos tras ser alertada por la empresa de seguridad que había recibido la alarma de atraco.
La pareja, que está en prisión provisional por estos hechos, se percató de la presencia policial y, al no encontrar una vía de escape, escondieron el bolso con las joyas en una papelera del baño. El hombre dejó la pistola en el lavabo y la mujer se guardó una cadena de oro en la zona genital.
Poco después los ertzainas derribaron la puerta de acceso y entraron al establecimiento, donde encontraron al joyero sentado en una silla, amordazado, atado con las bridas y con abundante sangre en la cabeza.
Los agentes encontraron además el bolso con una bandeja de sortijas, dos bandejas de gargantillas y un juego de pulsera y gargantilla, todo ello de oro. Al registrar a la mujer localizaron la cadena que se había guardado y que tenía un precio de 4.160 euros.
Como consecuencia de los golpes recibidos el joyero sufrió un traumatismo craneal y hematomas en ambos ojos, además de múltiples heridas en la cabeza y el dorso de la nariz, que requirieron 37 puntos de sutura, así como contusiones, erosiones y hematomas de las que tardó en curar 180 días.
La sentencia, que ya es firme, condena a cada miembro de la pareja a un año y cuatro meses de prisión por el delito de robo con violencia y a tres años y seis meses por el delito de lesiones, al concurrir las agravantes de abuso de superioridad y ensañamiento.




